El mercado sigue complicado y la sesión de hoy ha demostrado lo que es la volatilidad. Con la excusa de la nueva subasta de deuda española, los índices se agazaparon, con la noticia del PIB británico optaron por las caídas, más aún cuando se demostró que la deuda española hay que colocarla por narices a tipos altos. Y a partir de ahí, montaña rusa y vértigo. Eso sí, para terminar como siempre: el Dax en ganancias y el Ibex en pérdidas.

Ya no tiene ninguna gracia el asunto y tendremos que empezar a explicar a los españoles que las agencias de «rating» son unos … si, eso, pero que tampoco se inventan nada. Son nuestros políticos y nuestras políticas, (no las mujeres que hacen política sino las cosas que hacen nuestros gobernantes) los que dan pie con sus imbecilidades a que estos tipos que ahora quieren aparecer como paladines de la seguridad de las inversiones nos señalen con el dedo.

Miren, caballeros, ponerse ahora a discutir a voz en grito sobre la devolución de adelantos a las Comunidades Autónomas no arregla en absoluto la situación. Bien al contrario, si alguien había dejado de mirar hacia España,. ha vuelto a hacerlo alarmado por las voces. Son ustedes, señores políticos, unos impresentables de tamaño natural. Y no hago excepciones porque ninguno de ustedes las merece.

En fin, que tenemos lo que nos buscamos y podemos darnos con un canto en los dientes porque hoy no hemos sido los peores entre los grandes índices, honor que correspondió al CAC parisino que últimamente está un tanto descontrolado.

Al cierre el resultado fue incluso aceptable, con el Dax avanzando un 0,07% y el FTSE un 0,08%, el Ibex cayendo un 0,33% y el CAC un 0,66%. Buenos resultados si tenemos en cuenta que el mercado sigue en vilo por causa del techo de deuda americano. Otro ejemplo de que los políticos son unos impresentables a quienes gusta tensar la cuerda hasta el extremo.