A todos nos gusta disfrutar del placer que supone probar un buen producto gourmet y saborear las novedades de la alta gastronomía. Durante las semanas estivales, además, podemos relajarnos y caer en las tentaciones que evitamos durante otras épocas del año. A continuación os descubrimos tres caprichos gastro que merecen mucho la pena.

Salchichón de bellota ibérico trufado. Desde que Ibéricos Fisan entrara en nuevos mercados más allá de España (como en México, Alemania o Países Bajos) la marca ha investigado a fondo para ofrecer productos premium con nuevos sabores y texturas. Su salchichón trufado es fruto de años de investigación con el objetivo de dar con la fórmula perfecta para incorporar la trufa negra de invierno a la receta tradicional. El resultado es un producto exquisito de aroma y sabor incomparables. Los paladares más exigentes pueden disfrutar de la combinación de dos de los sabores más valorados de la gastronomía española, la trufa negra y el sabor ibérico de bellota. Se ha puesto la máxima atención durante el proceso de curación para poder ofrecer piezas de calidad excepcional. La preparación de este salchichón trufado comienza con una selección de las carnes más nobles de bellota, pluma, presa y secreto, a las que incorporan trufas negras seleccionadas de invierno. En su elaboración no se utilizan colorantes ni conservantes artificiales ni ningún potenciador de sabor. Su curación también tiene lugar en los secaderos naturales que Fisan tiene en Guijuelo. Tras reposar pacientemente durante ocho meses en las bodegas y ser sometida a rigurosos controles, por fin la pieza está lista para degustar.

Chorizo picante de bellota ibérico. Se elabora con el adobo tradicional del magro y con todas las carnes nobles del cerdo, presa y secreto. Su original ingrediente natural es el excelente pimentón picante de la Vera que penetra en la carne y hace jugoso su magro. Su curación, parte fundamental del proceso, también tiene lugar en los secaderos naturales que Fisan posee en Guijuelo y requiere de unas condiciones de humedad y temperatura muy concretas lo que restringe su producción a piezas limitadas. Antes de ser disfrutada la pieza permanece, al menos, durante al menos cinco meses en bodega.

Un aceite de premio. Palacio de Los Olivos ha sido reconocido por segundo año consecutivo como el número 1º del mundo en variedad picual, por Evoo World Ranking. Este oro líquido nace en Los Palacios una finca situada en la región volcánica de campo de Calatrava (Almagro), que constituye, junto con la de Olot y la de Cabo de Gata una de las tres zonas de vulcanismo reciente más importantes de la Península Ibérica. Este enclave singular aporta el valor diferenciador a este AOVE de gran calidad. Se trata de un aceite afrutado, con notas equilibradas de amargo y picante. Al probarlo recuerda a hierbas frescas, aromáticas, al tomata y se aprecian ciertos toques de almendra e incluso frutales.