Comparación de la renta per cápita de China y de India. Fuente: DWS.

La República Popular de China cumple 70 años el 1 de octubre. Sin duda, tiene motivos para celebrar, puesto que las condiciones de vida de un amplio porcentaje de la población han mejorado sustancialmente en este tiempo. Según cálculos del Banco Mundial, unos 800 millones de personas han logrado salir de la pobreza en los últimos 30 años.

Éste y otros datos respaldan la idea de que la República Popular «ha sido todo un éxito desde el punto de vista económico», señala un análisis de DWS, la división de Gestión de Activos del Grupo Deutsche Bank.

China ha superado a India en renta per cápita, como muestra el gráfico elaborado por DWS. Mientras que en la India se ha duplicado en la última década, en China se ha multiplicado por diez. Esta tendencia también beneficia a las autoridades chinas, puesto que el rápido aumento de la riqueza mantiene la atención de los ciudadanos lejos de las cuestiones políticas.

«No obstante, China debe tener cuidado para no caer en la denominada ‘trampa de la renta media’, que es como el Banco Mundial se refiere al peligro de que los países de mercados emergentes se queden atrapados en el segmento de renta media (definido como una renta anual aproximada inferior a los 15.000 dólares)», matiza el informe de DWS.

Esta situación implicaría que, por un lado, China ya no sería tan barata como para poder competir en las industrias intensivas en mano de obra pero, por otro, tampoco lograrían atraer (y retener) a personas con la experiencia y las habilidades en innovación necesarias para desarrollar nuevas ventajas competitivas.

«En nuestra opinión, Pekín es consciente de este riesgo y hay motivos para pensar que el país logrará sortear esta trampa con menos dificultades que otros. La estrategia ‘Made in China 2025’ persigue que China pase de ser un banco de trabajo barato a producir bienes y servicios de valor añadido», señalan en DWS.

Xueming Song, economista para China en DWS, argumenta que «desde esta perspectiva, el conflicto comercial con EE. UU. podría ser una espada de doble filo». Por un lado, está obligando a China a» esforzarse más por ser tecnológicamente autosuficiente lo antes posible». Por otro, «existe el riesgo de que China sufra contratiempos si deja de tener acceso a los productos intermedios de alta tecnología occidental que necesita».

Además, hay otro elemento que puede frenar al gigante asiático en su ambición de seguir los pasos de Corea Sur y convertirse en un país líder en tecnología: en los últimos diez años, la deuda total sobre el Producto Interior Bruto (PIB) ha pasado del 162% al 276%.

Pueblo en pie

El Día Nacional conmemora la fundación de la República Popular de China, en un discurso pronunciado por Mao Tse Tung el 1 de octubre de 1949 tras la victoria del Partido Comunista en el conflicto civil contra el Partido Nacionalista o Kuomintang, capitaneado por Chiang Kai Shek, que siguió a la Segunda Guerra Mundial. «El pueblo chino se ha puesto en pie», proclamó.

El Partido Comunista, fundado casi cuarenta años antes en una casa del barrio de Xintiandi en Shanghai, ganó la guerra, yel Kuomintang se exilió con sus seguidores en Taiwán.

Tras la fase inicial de construcción de la República Popular y la posterior purga de la Revolución Cultural, que lideró Mao, su sucesor, Deng Xiaoping, emprendió la transición desde un gobierno personalista a uno colectivo dando lugar a una etapa de desarrollo económico y apertura al exterior que llega hasta el mandato de Hu Jintao (2003-2013). China inauguró otra etapa con el ascenso de Xi Jinping en el Congreso General del PCCh de 2012. El actual presidente está considerado como el líder chino más importante desde Mao por la reforma constitucional de 2017, con la que consiguió incluir su doctrina ‘Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era’ y eliminar el límite de mandatos presidenciales.

China encara su Día Nacional en medio de las protestas democráticas en Hong Kong y la guerra comercial con Estados Unidos. Y con el reto de un reparto más justo de la riqueza. Según un estudio de la Universidad de Pekín realizado en 2016, el 1% de los chinos acumula un tercio de la riqueza del país, mientras que el 25% más pobre solo disfruta del 1% de ésta.

Cinco años del Movimiento Paraguas

Además de la guerra comercial con EEUU, el 70º aniversario de la Revolución se ve empañado por el conflicto de Hong Kong, que celebra su quinto año de existencia. El Frente de Derechos Humanos Civiles de Hong Kong, que organizó una marcha a la que asistieron más de un millón de personas en junio, celebra una protesta conmemoración del aniversario del Movimiento Paraguas. Hace cinco años, miles de personas ocuparon el distrito central de la ciudad en una protesta pacífica contra una ley que exigía que los candidatos al gobierno de de Hong Kong fueran preaprobados por Pekín.

Una reforma electoral que incluya la derogación de la ley de preselección del jefe del ejecutivo de 2014 es una de las principales demandas del renovado movimiento antigubernamental, que se encuentra en su cuarto mes. Otra demanda es la formación de una investigación independiente sobre la violencia policial contra los manifestantes, con denuncias sobre torturas y abusos sexuales en el centro de detención de San Uk Lin.

Hong Kong es escenario desde hace ya 16 semanas de protestas a favor de la democracia que comenzaron como rechazo a un proyecto de ley de extradición que contemplaba el envío de personas a China para que fueran juzgadas, el cual ya ha sido completamente abandonado por la gobernadora Lam. Sin embargo, las manifestaciones se han seguido celebrando, aunque menos multitudinarias.

El territorio volvió bajo soberanía china en 1997 gracias a un acuerdo con Reino Unido por el cual China se comprometía a mantener el régimen de derechos y libertades del que había disfrutado la península durante el dominio colonial, lo que dio lugar al principio de «un país, dos sistemas».