Es curioso cómo puede cambiar la percepción de lo que ocurre en una sesión. Si a las cuatro de la tarde hora europea alguien nos dice que el S&P 500 iba a perder un 0,65% hubiéramos firmado este resultado de inmediato. Sin embargo, después de visto todo lo ocurrido, nos sabe a poco.

Y es que los índices estuvieron incluso en positivo durante un momento de la jornada tras una apertura de auténtico aquelarre bajista, por lo que se pudo tener la ilusión de una auténtica reacción alcista amparada por los rumores que apuntaban a un acercamiento entre los dos partidos para aprobar por fin la elevación del techo de deuda.

Sin embargo, poco a poco la reacción perdió gas casi al mismo tiempo que se constataba que los partidos seguían por la labor de presentar iniciativas en solitario que parecen destinadas o a no llegar a ser votadas o a ser objeto del veto del presidente Obama, que ya ha advertido a los republicanos de su firme determinación a hacerlo si lo considera necesario.

Las cosas siguen exactamente como estaban y el republicano Boehrner está empeñado de «remendar» su iniciativa para hacerla más atractiva, no se sabe si para sus propias filas o para las filas demócratas y a la hora de redactar estas líneas todo indicaba que intentaría una nueva votación en el Congreso.

Evidentemente, el mercado está ya curado de esta enfermedad, confía más bien poco en el éxito de esta iniciativa y lo ha hecho notar con bastante claridad, aunque nunca se sabe que para los políticos se habla alguna vez con suficiente claridad dado el nivel intelectual que demuestran de vez en cuando.

Por si acaso, se lo diremos más claro: los índices tenían ganas de arrancar y ustedes han vuelto a abortar el despegue, lo que demuestra que siguen empeñados en demostrar su inconsciencia. Ya les advierto, apriétense los cinturones, porque pase ya lo que pase los chinos han tomado buena nota de lo impresentables que son ustedes y les recuerdo que son quienes están comprando su deuda. En cuanto puedan, se la van a devolver porque parecen estar bastante cabreados y es su costumbre no olvidar fácilmente.

En fin, que otra ración de políticos de tres al cuarto, esta vez de importación, que de los nacionales ya nos hemos ocupado sobradamente en ocasiones anteriores. Lo peor es que han vuelto a provocar caídas sensibles y el Dow Jones ha perdido un 0,79%, el S&P 500 un 0,65% y el Nasdaq un 0,36%. Por si sirve de pista de como están las cosas, el Dow ha completado la peor semana del año. Curioso asunto este de estar ahora tan mal cuando hace bien poco hablábamos de la mejor sesión de los últimos tiempos.