Las 288 fábricas que cosen para la multinacional gallega Inditex en Bangladesh emplean ya a más de medio millón de personas, según un informe sindical de Comisiones Obreras (CCOO) que certifica que, seis años después del derrumbe del Rana Plaza – la mayor catástrofe industrial de la historia, con 1.134 muertos –, esas fábricas son “seguras”.

No todos los 513.000 trabajadores que actúan en las 288 fábricas que forman parte de la cadena de suministro de Inditex en Bangladesh, cosen para la multinacional gallega, aunque sí la mayor parte, según indica el informe, que además repasa la situación política y social del país, y da cuenta del cumplimiento de los acuerdos firmados para mejorar la seguridad industrial del segundo mayor exportador del mundo de prendas de vestir.

Con 165 millones de habitantes, Bangladesh vivió el año pasado un nuevo enfrentamiento entre los partidarios de los dos principales partidos que se disputan el poder en la excolonia británica. Además, el descontento por el salario mínimo de 95 dólares al mes fijado el año pasado por el Gobierno sacudió el país, y provocó 12.000 despidos, que reflejan bien su clima laboral.

Hace seis años, en 2013, el derrumbamiento del Rana Plaza – un complejo industrial compuesto por cuatro fábricas textiles superpuestas en un edificio de ocho pisos – mató a 1.134 personas, hirió a otras 2.500, muchas de ellas de gravedad, y obligó a reaccionar a las multinacionales, muchas de ellas españolas, que confían al país asiático la confeccción de sus prendas.

“Las fábricas son seguras”

La española Inditex, tras la tragedia, firmó con los sindicatos el llamado Acuerdo Marco Global (AMG), que incluía la supervisión y vigilancia de la seguridad de los edificios industriales y su defensa frente al fuego, así como otras medidas relacionadas con la defensa de los derechos de los trabajadores.

Seis años después, “las fábricas son seguras”, según asegura el balance sindical llevado a cabo por Víctor Garrido Sotomayor, en representación de Comisiones Obreras, tras una visita el país.

El plan de Inditex forma parte de un acuerdo para la prevención de incendios y la seguridad en los edificios – Accord –, que fue renovado en 2018, y que cubre a más de 2 millones de trabajadores del textil bangladeshí.

Tras más de 25.000 inspecciones, y la revisión de la estructura y medidas antiincencios de dos millares de fábricas, se identificaron 134.000 violaciones de los estándares de seguridad, que se saldaron con la corrección completa de las infracciones en 148 talleres.

Aproximadamente se ha remediado el 84% de los peligros detectados en estas inspecciones, afirma el balance. Mientras que 109 fábricas han sido cerradas por motivos de seguridad.

“Desde la firma del Accord, no se ha producido ninguna muerte por incendio o colapso estructural en las fábricas donde se completó la inspección y se iniciaron las renovaciones”, destaca el informe.

El acuerdo renovado en 2018 cuenta con 195 marcas firmantes, entre las que destacan las españolas Inditex, Mango, El Corte Inglés y Mayoral. Y ello a pesar de los obstáculos puestos por el Gobierno de Bangladesh, que recurrió ante el juez su aplicación, si bien la Corte Suprema del país decidió en noviembre que el Accord continuara aplicándose, destacan.

La cadena de suministro de Inditex ha pasado de los 340.000 trabajadores en 2014, a los casi 513.000 de 2018. La “continua mejora de las condiciones de sus fábricas” explica este incremento, según el informe.

La multinacional gallega ha aplicado el 97% de las medidas previstas en el programa de inspección y remediación del Accord, siete puntos más que la media del sector. Su tasa de hallazgos corregidos y verificados está en el 93%, frente al 84% que promedian todas las marcas. En 2018, se han realizado 674 visitas-inspecciones en 190 fábricas.