Los hogares monoparentales,  en los que hay un adulto (en el 82% de los casos es una mujer) y uno o varios hijos que dependen económicamente de un solo progenitor, crecen un 2% en 2018 hasta registrar 1.878.500. En España representan el 10,1% de todas las familias, según un estudio de la Fundación Adecco, realizado en colaboración de la Conselleria de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación de la Generalitat Valenciana.

Mientras en los últimos 5 años se ha producido una mejora sustancial de la situación social de España, no sucede lo mismo con los hogares monoparentales. El informe de la Fundación Adecco muestra que tener hijos en hogares con un solo adulto a cargo reduce notablemente las oportunidades en el mercado laboral y como consecuencia se incrementan los riesgos de pobreza y exclusión social. El porcentaje de ocupación laboral en mujeres monomarentales disminuye a medida que aumenta el número de hijos por hogar.

Para la Fundación Adecco, las familias monoparentales encabezadas por mujeres están expuestas a un triple factor de vulnerabilidad: sexo, grandes cargas económicas y emocionales no compartidas, y estigma social.

Las comunidades autónomas donde las familias monoparentales presentan mayor riesgo de pobreza son Ceuta (89%), Extremadura (80%) y Andalucía (69%).

«La transmisión de la pobreza afecta a los niños que nacen y se crían en un hogar con escasos bienes materiales y con ingresos reducidos, aumentando la dificultad de salir de esa situación», señala el informe de la Fundación Adecco, que considera «fundamental apostar por medidas que protejan a estas familias para que así se desvincule la monomarentalidad de la vulnerabilidad y exclusión a la que son relegadas por falta de apoyos, sobre todo en una sociedad en máximos de envejecimiento que, paradójicamente, debería apoyar la maternidad de quienes la afrontan en solitario».

El problema no es encontrar trabajo, sino mantenerlo

La inestabilidad en el empleo y las dificultades de conciliar la vida personal y profesional se convierten en el mayor desencadenante de situación crítica: 4 de cada 10 mujeres en desempleo llevan más de 2 años buscando trabajo sin éxito.

Pero las mujeres que tienen hogares monoparentales a su cargo aseguran que el mayor problema no es tanto el acceso al empleo sino mantenerlo debido a las necesidades que tienen. Una vez encuentran empleo, la conciliación resulta determinante para poder compatibilizar la vida laboral y personal.

Aunque cada vez son más las empresas que incorporan estrategias de conciliación y medidas de flexibilidad para dar respuesta a las diferentes necesidades de sus trabajadores, el 55% de estas mujeres afirma encontrar dificultades para encontrar una jornada laboral adecuada y que se ajuste a sus responsabilidades familiares.

“Las mujeres con responsabilidades no compartidas suelen acceder a empleos de baja cualificación y jornada parcial pues priorizan la flexibilidad y el horario antes que las funciones a desempeñar; empleos que tienen unos salarios muy bajos y que en muchas ocasiones les obligan, por necesidad, a combinarlos con segundos empleos, ya sea en empresa ordinaria o en la economía sumergida”, subraya Isabel Pérez, consultora de Fundación Adecco:

Algunas mujeres con responsabilidades no compartidas acaban trabajando en la economía sumergida (que supone más del 25% del Producto Interior Bruto en España) por falta de oportunidades laborales que se adapten a su situación.

“La economía sumergida genera una desprotección al trabajador en todos los ámbitos, conduciendo directamente a la precariedad y a la exclusión social. Por ello, regularizar estos empleos ha de ser una prioridad que nos permitirá reconocer social y económicamente trabajos como el cuidado a dependientes, uno de los menos controlados y en los que más se concentran las mujeres con responsabilidades familiares no compartidas”, apunta Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

El 87% de las mujeres afirma que el trabajo de las familias monomarentales está invisibilizado en la sociedad española. El 55% se muestra insatisfecha con el ocio con amigos; el 54%, con el tiempo personal; el 45%, con la calidad del sueño; el 30%, con la relación familiar.Y el 6/% subraya que todas esas insatisfacciones afectan a la calidad de su trabajo remunerado.

Ley de Familias Monoparentales

Para la Fundación Adecco, «dada la carga mental y del hogar que tienen la mayoría de estas mujeres al regresar después del trabajo, resulta crucial apostar por medidas de conciliación y flexibilidad para que el empleo funcione como freno de la exclusión o pobreza». Reclama una norma que se asemeje a la Ley de Protección a Familias Numerosas donde, independientemente de su nivel de ingreso (como en ésta) y del número de hijos, se especifique qué se entiende por familia monoparental y cuáles son los derechos y deberes de este tipo de hogar.