La presentación de Kaspersky Security Cloud, centrado en el control de la privacidad de aplicaciones y sitios web, supone la confirmación del cambio de estrategia de al compañía global de ciberseguridad. «Kaspersky busca proteger al usuario, no al dispositivo, con independencia del número y del tipo de éstos», señala Dani Creus, del equipo de investigación de la filial española.

«Cualquier dato es valioso para un cibercriminal», subraya Creus, que alerta del riesgo de «fatiga de privacidad», que lleva a compartir demasiado en las redes sociales. «Los datos se venden a granel, hay verdaderos supermercados. Los compradores de datos se anuncian en Facebook, no hace falta sumergirse en el Internet profundo, en la Dark Web», señala.

Dani Creus puso ejemplos de webs en las que una tarjeta sin saldo se vende a 2,99 dólares; un pasaporte por 22; un carnet de conducir, por 15 dólares.  «La gente suele decir que no tiene nada que esconder para justificar que no presta atención a la seguridad de sus datos, pero todos deberían ser celosos de su intimidad. Un cibercriminal puede utilizar nuestros dispositivos tecnológicos para archivar documentos o realizar ataques desde ellos, incluso aunque no tengan información que comprometa al usuario», insiste este experto, que describe un negocio «profesionalizado», en el que los cibercriminales llevan trabajando muchos años.

En este contexto, un estudio realizado en diciembre de 2018 por Kaspersky muestran que el 19% de los españoles ha sufrido acceso no autorizado a sus datos privados, provocando estrés (32%) y pérdidas económicas (20%).

El 22% de los españoles se muestra dispuesto a sacrificar su privacidad y compartir datos si a cambio obtiene algo gratis. El 44% aceptaría incluso dinero a cambio de dar a un desconocido acceso total a sus datos personales privados.

Un dato es preocupante: aunque el 60% de los españoles protege sus dispositivos con contraseñas, el 37% revisa y cambia regularmente la configuración de privacidad de éstos, y el 24% usa complementos para bloquear las funciones de seguimiento online, el 36% no se ve capaz de proteger online sus datos, el 5% ha perdido interés en cómo mejorar su privacidad, y el 42% no limpia su historial de navegación. Y eso que España, según el estudio de Kaspersky, es el país europeo en el que un mayor porcentaje de usuarios (35%, frente al 31% de Alemania o el 26% de Holanda) cubre sus cámaras web.

Control de la privacidad

Kaspersky Security Cloud reduce el riesgo de violación de la privacidad de los usuarios al informar de los permisos solicitados por las aplicaciones en dispositivos Android. Además, notifica a los usuarios sobre los intentos de ‘phishing’ ocultos detrás de los enlaces acortados de acceso a sitios web.

Hay tres versiones de Kaspersky Security Cloud: el modelo gratuito o Free, que ahora, además de soportar Windows, soporta dispositivos móviles y protección personalizada; el pack Personal; y la versión Familiar.

Kaspersky Safe Kids refuerza el control parental ya que permite controlar el tiempo de uso de los dispositivos y controlar o bloquear determinadas aplicaciones o redes sociales, o la localización de los hijos por GPS. Pablo Alonso, retail manager de Kaspersky para Iberia, señala que el 41% de los niños se ha enfrentado a una amenaza online; el 28% de los padres admite tener hijos adictos a Internet; y el 19% de los niños se reconocen como tales. Pero «menos de un 10% de los usuarios instala Kaspersky Safe Kids», se lamenta.