Todos esperábamos la elevación del techo de deuda americano para que se el mercado se disparara, pero yo no pensé en ningún caso que fuera a salir disparado para abajo. Ya se sabe que el mercado hace a veces cosas raras y que casi nunca es lo que parece, pero en esta ocasión mucho me temo que estamos asistiendo a un nuevo pulso que había quedado algo oculto por el asunto de la deuda.

El mercado quiere una QE3 y Bernanke ha reconocido que la Fed está preparando nuevas medidas por si fueran necesarias, así que el pulso está servido. El mercado va a buscar por todos los medios que se pongan en marcha las medidas y más cuando se ha constatad0o que los datos macroeconómicos flojean cada vez que Bernanke abandona la política de estímulos.

Este es el pulso que se juega en estos momentos y el mercado ha decidido apostar muy fuerte. Nada más y nada menos que a lo bestia, con la peor sesión bursátil desde agosto del año pasado y todo ello en vísperas de que mañana y pasado mañana se conozcan el ISM de servicios, el dato de empleo de ADP y las peticiones de desempleo. Ahí van a estar las claves del futuro inmediato.

Mientras tanto, siéntense para conocer la magnitud de la caída de hoy: el Dow Jones cayó un 2,19%, el S%P 500 un 2,56% y el Nasdaq Composite un 2,75%. Un desastre sin paliativos y sin ningún síntoma de querer reaccionar.