Ricardo Cortines: “Los avances tecnológicos no harán que tengamos más tiempo libre”

04/11/2019

Susana de Pablos. Entrevistamos al autor de ‘El buen tiempo’, consultor especializado en eficiencia.

Ricardo Cortines es autor de dos libros útiles para quienes se planteen montar un negocio: ¿A que esperas para fracasar? (Ed. LID, 2012) y Los osos ya no comen salmón (Ed. LID, 2010). En su último libro, titulado El buen tiempo (Vergara, 2019), Cortina se revela como un especialista en eficiencia. Cortines, para quien el tiempo es un aliado, escribe sobre el orden, las rutinas, prioridades, malas costumbres, deseos, necesidades y previsiones.

El buen tiempo es un texto lleno de sentido común sobre la gestión del tiempo como base para una vida plena y equilibrada. Destaca Cortina que el tiempo es el tesoro más preciado que tenemos, por eso debemos aprender a gestionarlo bien; todos conocemos personas capaces de estirar el tiempo como si se tratase de una goma elástica. Este libro ayuda a encontrar esas horas que supuestamente nos faltan, y a emplearlas de la mejor manera, para que a quienes lo lean no les llegue a ocurrir lo que confiesa su autor: “Me he pasado la vida volcado en cosas que se han quedado con mi esfuerzo, ganas, dedicación, con el compromiso que he puesto en ellas… sin darme nada a cambio”.

♦ diarioabierto.es: ¿Hasta qué punto la vertiginosa velocidad de los avances tecnológicos nos obliga a gestionar mejor nuestro tiempo?
Ricardo Cortines
La tecnología, en primer lugar, requiere de nosotros una adaptación, y eso incide directamente en la gestión del tiempo. No obstante, el gran reto que nos plantea es el control de su incidencia en nuestras vidas y la inconsciente fidelización que provoca, lo que hace que pasemos mucho tiempo apegados a ella. La velocidad con la que las cosas se desarrollan gracias a la tecnología debería ser una buena noticia para nosotros en cuanto a la gestión del tiempo —toda vez que se supone nos permite ahorrar tiempo— pero esa afección/adicción y el consiguiente mal uso que hacemos de ella no facilitan precisamente una buena gestión del tiempo.

Ricardo Cortines, consultor especializado en eficiencia.

♦ diarioabierto.es: ¿Cree que la automatización de procesos, los robots y la inteligencia artificial servirán para que las personas disfruten más de su tiempo libre, o solo serán herramientas para incrementar su productividad?
R.C.Creo que los avances tecnológicos no harán que tengamos más tiempo libre. Y, en todo caso, me pregunto si tener más tiempo libre debe ser un objetivo a perseguir, entendiéndolo como el tiempo en el que estamos libres de cualquier compromiso. ¿Realmente es deseable tener tiempo libre? ¿O es que no queremos vivir presos de compromisos? En realidad, diría que no existe el tiempo libre. ¿Es tiempo libre el que pasamos con nuestra familia? ¿Es tiempo libre el que dedicamos a nuestro bienestar? ¿Es libre el tiempo que dedicamos a perseguir lo que ambicionamos? Deberíamos cambiar nuestra mentalidad y aspirar a tener “tiempo comprometido”, no tiempo libre.

♦ diarioabierto.es: ¿Incluye su libro algún método innovador para optimizar la gestión de nuestro tiempo? En definitiva, ¿qué ofrece de nuevo que no recojan otros autores?
Ricardo Cortines
En mi libro me refiero al tiempo como recurso por excelencia, como la herramienta más útil y poderosa que tenemos. Y desde esa consideración, desde la base de otorgarle al tiempo el sitio que le corresponde, intento hacerle ver al lector que la mejor manera de gestionar el tiempo es dedicándolo a perseguir los sueños que cada cual tenga, sean del tamaño que sean y con independencia de cuando aparezcan. No se trata, por tanto, de poner las piedras grandes primero para que después puedan caber en la jarra las pequeñas y luego la arena y luego el agua, esto es, no se trata de llenar la jarra hasta los topes. ¿Quién ha dicho que hay que meter otras cosas en la jarra?

 Esa es la estrategia de gestión del tiempo que debemos seguir a largo plazo. A corto, está condicionada por aquella desde el momento en que los sueños, las metas que queremos lograr, no se consiguen de un día para otro sino poco a poco, dedicándoles cada día una parte de nuestro tiempo. En este espacio mi mensaje pasa por tener cuantas menos necesidades mejor, y por satisfacerlas en el menor tiempo posible, para lo cual debemos aprender a simplificar nuestras conductas, eliminando de ellas todo lo que sea secundario y quedándonos solo con lo principal, como si de una matrioska se tratara, hasta crear pautas irreductibles que después convirtamos con la practica en rutinas, en comportamientos que podamos hacer sin pensar. Eso es el «método Corti».

♦ diarioabierto.es: ¿Podría facilitar algunos consejos para acabar con las reuniones improductivas?
R.C.
En las empresas las reuniones suelen ser una pérdida de tiempo y es así porque se usan más para socializar que para producir. En general, los errores que se cometen en este ámbito son siempre los mismos: reuniones a las que asiste gente que no aporta nada significativo, reuniones en las que los asuntos que se tratan quedan pendientes de algún detalle, reuniones a las que se pone hora de terminación…

Y habría que distinguir. No es lo mismo una reunión en la que se negociará un acuerdo, por ejemplo, que una en la que se debatirá la implantación de un nuevo modelo de negocio. En general, diría que las reuniones deben tener reservado el derecho de admisión; solo deben asistir las personas cuya contribución sea tangible. Deben durar lo estrictamente necesario para dejar zanjado el asunto que constituye su objeto; hay que prever su duración. Pero lo que no es de recibo es que, porque alguien tenga algo más importante que hacer, se ponga fin a la reunión dejando las cosas a medias. Y si durante un día se van a convocar varias reuniones, es mejor celebrarlas todas seguidas antes que alternarlas con el resto de las tareas programadas para esa jornada.

♦ diarioabierto.es: ¿Qué le recomendaría a una persona que teletrabaja para ayudarla a gestionar mejor su tiempo?
R.C.
Las personas que trabajan a distancia suelen basar su retribución en objetivos, lo que les permite tener flexibilidad horaria y distribuir su tiempo en la forma que más les conviene. Eso en principio es una ventaja, si bien a la postre se tienen que cumplir unos plazos y por lo tanto conviene disciplinarse en cuanto al manejo del tiempo. Hablo solo de fijarnos una pauta de conducta, la que sea. No tenemos por qué trabajar todos los días las mismas horas ni a las mismas horas. Aprovechemos la ventaja de ser nuestros propios jefes en ese sentido. Si un día estamos inspirados, trabajemos más. Y si un día no damos pie con bola, que no cunda el pánico. No somos robots y no siempre podemos ofrecer el mismo rendimiento. En todo caso, es esencial calcular bien el tiempo que nos requerirá cumplir con los objetivos marcados y procurar siempre ir un pasito por delante.

♦ diarioabierto.es: ¿Cómo podemos inculcar en la infancia una óptima gestión del tiempo?
R.C.
Pensando en una gestión del tiempo a largo plazo, lo mejor que se puede hacer con los niños es ayudarlos a descubrir lo que les gusta. Sus educadores, padres y maestros deben observarlos atentamente para ver qué cosas les atraen, con qué actividades se sienten más identificados y, a partir de ahí, dejar que las practiquen. En esa época los niños son descubridores y hay que fomentarles esa faceta. El objetivo último es el descubrimiento del tesoro de todos los tesoros: el talento.

 

 

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