Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, han alcanzado un principio de acuerdo para formar un Gobierno de coalición tras las elecciones generales del 10 de noviembre, según fuentes socialistas. El pacto sitúa al líder de Unidas Podemos como vicepresidente del primer Gobierno de coalición de la democracia española.

Este preacuerdo está condicionado a que el PSOE obtenga los apoyos necesarios para la investidura de Pedro Sánchez.

El pacto contempla un «Gobierno progresista de coalición» para «garantizar la convivencia en Cataluña» y la «normalización» de la vida política fomentando el diálogo «siempre dentro de la Constitución», además de situar a España como «referente de la protección de los derechos sociales en Europa, tal y como los ciudadanos han decidido en las urnas».

La estructura del Gobierno de coalición se concretará una vez tenga lugar la sesión de investidura, y se elaborará atendiendo a qué perfiles son los adecuados para cada cargo.

Sánchez e Iglesias cerraron la noche del 11 de noviembre el acuerdo, ‘cocinado’ en reuniones muy discretas entre los dos partidos y que han sido encabezadas por Adriana Lastra e Irene Montero a lo largo de toda la tarde.

Programa económico: control del gasto público

«La evaluación y el control del gasto público es esencial para el sostenimiento de un Estado del bienestar sólido y duradero«, señala el documento firmado por Sánchez e Iglesias. El preacuerdo contempla la consolidación del crecimiento y la creación de empleo, el blindaje de las pensiones y su revalorización «conforme al coste de la vida», asegurando la sostenibilidad del sistema público de pensiones , el fortalecimiento de las pymes y los autónomos, la justicia fiscal y el equilibrio presupuestario, combatir la precariedad del mercado laboral y garantizar trabajo «digno, estable y de calidad».

También existe un compromiso para trabajar por la regeneración y luchar contra la corrupción, subrayando la meta de proteger los servicios públicos, y la vivienda «como derecho y no como mera mercancía».

Se recoge el objetivo de  impulsar la reindustrialización y el sector primario y facilitar desde la Administración las bases para la creación de riqueza, bienestar y empleo.

Otros ejes de actuación son:

1.-garantizar la seguridad, la independencia y la libertad de las mujeres a través de la lucha «decidida» contra la violencia machista, la igualdad retributiva, o el establecimiento de permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles, y la elaboración de una Ley de Igualdad Laboral

2.-poner fin a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual

3.-«proteger los servicios públicos, especialmente la educación -incluyendo el impulso a las escuelas infantiles de cero a tres años-, la sanidad pública y la atención a la dependencia.

4.-la ciencia «como motor de innovación económica»

5.-facilitar el impulso digital

6.-«controlar la extensión de las casas de apuestas»

7.-«recuperar talento emigrado»

8.-revertir la despoblación, dando un «apoyo decidido a la llamada España vaciada».

9.-la «lucha contra el cambio climático», trabajar por una transición ecológica justa, por la protección de la biodiversidad y por la garantía de un trato digno a los animales

10.-la cultura «como derecho»

y 11.-aprobar nuevos derechos «que profundicen el reconocimiento de la dignidad de las personas», como el derecho a una muerte digna, a la eutanasia, y asegurar España como país «de memoria y dignidad».

Negociación con otros grupos

Tras el preacuerdo, el PSOE amplía la negociación a todos los grupos que apoyaron la moción de censura que desbancó a Mariano Rajoy de La Moncloa, y lograr una «mayoría viable y sostenida para 4 años». Para ello ya ha abierto una ronda de contactos con el resto de los grupos políticos.

Para Pedro Sánchez, el proyecto político que arranca ahora es «tan ilusionante que supera cualquier tipo de desencuentro de anteriores meses» con Podemos. «El nuevo Gobierno será rotundamente progresista, porque estará integrado por fuerzas progresistas y porque trabajará por el progreso de España, y porque lo que no cabrá será el odio y la confrontación entre españoles», afirma Sánchez, que deja fuera por tanto a la ultraderecha de Vox.

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, apoya esa vía. «Creo que antes de Navidades tendríamos que tener todo esto en marcha», señala, mientras reitera la voluntad de su partido de «no entorpecer» la formación de un Gobierno. El PSOE tiene que asumir que «va a tener que negociar, mojarse y optar por las opciones que hay sobre la mesa», y darse cuenta de que «en política no existen los atajos», añade.

El pacto de PSOE y Unidas Podemos necesita recabar el apoyo del diputado de PRC; de los tres representantes de Más País y Compromís; los siete del PNV, que no han ocultado su disposición a negociar; del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo; y del de Teruel Existe, más la abstención del de BNG, los 13 de ERC y de los 5 de Bildu, y/o la de Ciudadanos (10).

En una primera vuelta, Pedro Sánchez necesita 176 votos, mientras en la segunda basta que los síes superen a los noes.

A favor del acuerdo

El líder de Izquierda Unida y diputado electo de Unidas Podemos, Alberto Garzón, ha confirmado en su cuenta de Twitter que «hemos alcanzado un acuerdo para un gobierno de coalición entre Unidas Podemos y PSOE». «Hoy es un día de celebración. Gracias a toda la militancia que peleó que pudiéramos llegar aquí. Hemos demostrado que se puede», añade.

Por su parte, el líder de Más País, Íñigo Errejón, aplaude el preacuerdo alcanzado entre PSOE y Podemos y garantiza que su formación trabajará para que éste sume mayoría. «Nunca es tarde si la dicha es buena», afirma Errejón en Twitter. «Los españoles dieron una segunda oportunidad a un gobierno progresista para hacer un país más justo. Y hay que cumplir con ese mandato. Saludamos el preacuerdo y trabajaremos para que sume mayoría», insiste.

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, apoyará al Gobierno si existe un compromiso «con una agenda gallega».

No de Ciudadanos y del PP

Ciudadanos no puede apoyar un Gobierno de Pedro Sánchez, junto a Unidas Podemos porque sería «nefasto» para España, y ha instado al PSOE y al PP a negociar con este partido «un acuerdo moderado y constitucionalista».

El presidente del PP, Pablo Casado, asegura que Pedro Sánchez, ha cerrado con el pacto con Podemos la puerta a «cualquier colaboración» con su partido porque ha elegido «radicalizar» el gobierno. El PP ejercerá una «oposición rotunda» y se presenta como «una alternativa alejada de extremismos, independentistas y radicales».

El portavoz de Navarra Suma y presidente de UPN, Javier Esparza, ha pedido a Pedro Sánchez, que «rectifique» y «llame a los constitucionalistas», y deja muy claro que «no vamos a estar nunca apoyando a un Gobierno que depende del independentismo».

El diputado electo de Foro Asturias en el Congreso, Isidro Martínez Oblanca, votará en contra.

El diputado electo de la CUP en el Congreso Albert Botran afirma que «todos saben que la solución es autodeterminación, amnistía y derechos sociales, y que solo la ganaremos con movilizaciones como la de estos días». «Si se consuma el acuerdo PSOE-Podemos, nos pedirá desmovilización con el espantajo de Vox. El esquema de la Transición. Un error caer en eso», señala.