Para la deuda: Una coalición PSOE con Podemos y/o regionalistas puede dificultar que se alcancen los objetivos de deuda. Con las políticas sociales que se conocen de Unidas Podemos, pero también con el precio de conseguir el apoyo de algunos regionalismos, podría ser muy alta. No hay que olvidar que con estos resultados y a diferencia de Portugal, no basta con una alianza a dos partidos.

En este sentido se habla en el preacuerdo de justicia fiscal y la aprobación de nuevos derechos, lo que casa mal con otro punto: el del equilibrio presupuestario.

Para la política fiscal: Cuando la economía se desacelera, es necesario poder tomar medidas fiscales de apoyo a la misma. Aunque todavía no conocemos los detalles del contenido del pre-acuerdo planteado por PSOE y Podemos, en cualquier caso hará estas decisiones sumamente complejas y eso afecta a todos los ámbitos.

El Gobierno en minoría tiene un margen estrecho y tendrá que tirar de Reales Decretos. Es un escenario malo pero realista atendiendo la debilidad de este nuevo ejecutivo y la potencial posibilidad de repetición electoral, antes de que termine la legislatura. En cualquier caso tal y como se deduce de los puntos del preacuerdo habrá nuevas figuras impositivas e incremento del gasto

Para los Presupuestos Generales: El preacuerdo PSOE y UP implica un incremento de gasto público y, necesariamente, incidirá en una subida fiscal para equilibrar ingresos y gastos.

Este gasto público seguramente en gran parte irá destinado a gasto social pero también, como se incide en el preacuerdo, en medidas para la España Vaciada y, para conseguir determinados apoyos, algunas obras públicas o concesiones fiscales serán necesarios, tal y como ha venido ocurriendo en las últimas investiduras

Las medidas que necesitará abordar un nuevo Gobierno ante la desaceleración económica:

Hay 3 grandes problemas en la economía española:

1.-La deuda: es necesario que sea cual sea el partido que gobierne, se comprometa a no incrementar la deuda más allá de lo sostenible, no hay mucho margen. En ese sentido nuevas políticas de gasto deben venir acompañadas de nuevas medidas recaudatorias que no pongan en cuestión el ahorro y la inversión.

2.-El desempleo: a pesar de la mejora sigue habiendo 3 millones de desempleados y las condiciones de temporalidad de muchos no son aceptables. El nuevo Ejecutivo debe luchar por el mantenimiento del máximo posible de empleos, en ese sentido la reforma laboral que se prevé en el acuerdo Sánchez-Iglesias debería jugar un papel clave.

3.-la concentración en pocos sectores de la economía, básicamente turismo y construcción/inmobiliario: una diversificación de la economía española es altamente recomendable y el nuevo Ejecutivo deberá tener este objetivo

 

Javier Rivas, profesor de Finanzas en  EAE Business School