“Todos sabemos cómo son las horas complementarias”

15/11/2019

Luis M. del Amo. Cocineros y repartidores de las cadenas de comida rápida se quejan del estrés y los bajos salarios.

Imagen de la campaña de CCOO.

Con un contrato medio en el sector de 16 horas, y un sueldo que no llega a los 400 euros, los repartidores, cocineros y camareros del sector de la comida rápida – que incluye restaurantes como Burger King, La Tagliatella, Domino’s Pizza, Telepizza, Rodilla o Fosters Hollywood – han emprendido una campaña para tratar de mejorar sus condiciones laborales.

Bajo el título de ‘Fast & Precarious’ esta campaña, lanzada por Comisiones Obreras (CCOO), pone el acento en la falta de seguridad en el trabajo y el estrés que deben soportar estos trabajadores para lograr unos ingresos que apenas les sacan de la categoría de ‘trabajadores pobres’.

El gran problema que sufren camareros, cocineros y repartidores de estos restaurantes comienza en el momento de firmar sus contratos. La mayoría están sujetos a contratos a tiempo parcial, con jornadas de 16 horas semanales de media, y sometidos a gran presión para sacar a tiempo el trabajo, afirman desde la organización sindical.

“Trabajamos a un ritmo muy alto y el estrés hace que nos expongamos más al riesgo de resbalones, cortes y quemaduras”, explica Ruth, cocinera de un restaurante de cocina rápida, quien se marcha a diario a casa, según afirma, con dolores que le produce “forzar la postura” a fin de cumplir con los estrictos tiempos que se conceden en las cocinas donde se preparan pizzas, sandwiches y hamburguesas.

Un estrés que se repite a lomos de la motocicleta con la cual Raúl, repartidor de una pizzería, reparte las pizzas que se elaboran en su cadena de comida rápida. “El trabajo de repartidor es una locura. Nos obligan a hacer un mínimo de pedidos por hora, entre tres y cuatro; no nos queda otra que correr”, dice tras lamentar la falta de medidas de seguridad en su puesto de trabajo, como por ejemplo los equipos de protección individual.

“Podríamos ir más despacio pero la consecuencia directa sería ganar menos dinero. Y nuestro sueldo no es de los que dan para vivir dignamente”, apunta. “En muchos casos no llegamos al salario mínimo interprofesional”, establecido en catorce pagas anuales de 900 euros.

Un premio llamado horas complementarias

Además del escaso sueldo por hora, la parquedad de las jornadas es uno de los principales problemas de los trabajadores del sector, afirman desde CCOO. La media alcanza apenas las 16 horas semanales, que se traducen en un salario medio de unos 395 euros. Una cantidad quizás suficiente para un universitario, que vive con sus padres y quiere pagarse sus gastos, pero no para mantener una familia.

“Todos sabemos lo que pasa con las horas complementarias. Es el juego del premio y del castigo”, afirma Carmen, trabajadora de una hamburguesería, lamentándose del sistema de repartición del tiempo de trabajo en su empresa.

“Con este contrato no solo no sé cuánto voy a cobrar este mes; tampoco cuándo voy a trabajar”, afirma. “Con un contrato de 20 horas, no llego”, añade.

En España, solo en el grupo de restaurantes asociados en Marcas de Restauración – la entidad que agrupa un centenar de marcas, como Rodilla, Vips, KFC, La Tagliatella, McDonald’s, KFC, Telepizza – trabajan 166.000 personas, un 11,2% más que el año anterior, y en torno al 65% más que en 2012, según el anuario de 2017 de la restauración organizada elaborado por KPMG.

“Apostamos por la organización de todos los trabajadores que cocinan, sirven o reparten comida rápida”, afirman desde CCOO. “La unión y la organización son el único camino para poder luchar por unas condiciones de trabajo dignas”, apoyan. “No somos trabajadores ‘low cost’, finalizan.

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