Tres de cada cuatro bancos significativos de la zona euro, el 75% de las principales entidades de la región, logra una rentabilidad inferior al 8% que los inversores exigen para mantener acciones de un banco, afirma  el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, en la  22ª Euro Finance Week, que se celebra en Frankfurt.

La rentabilidad agregada sobre los recursos propios de las entidades de la zona del euro se ha situado por debajo del 6% en los últimos doce meses hasta junio de 2019.

El debilitamiento de las perspectivas de crecimiento económico y la prolongación de los tipos bajos  «probablemente lastrará sus perspectivas de rentabilidad». Pero el vicepresidente del BCE insiste en que son los factores estructurales los que explican la débil rentabilidad del sector, señalando particularmente la «sobrecapacidad» del sector.

«Hay demasiados bancos», argumenta. Y muchos de ellos cuentan con pequeñas cuotas de mercado y se encuentran bajo elevadas presiones competitivas, también por parte de otros agentes como las fintech.

Los bancos de la Eurozona sufren una «persistente ineficiencia de costes», con una ratio sobre ingresos que se sitúa en una media del 66%, por encima de la de sus competidores de Estados Unidos y de los países nórdicos.

Por ello, cuentan con margen para ajustar sus modelos de negocio. Además, la consolidación del sector puede permitir a las entidades aprovechar economías de escala que mejorarían sus resultados.

De Guindos reconoce la mayor resiliencia de los bancos de la Eurozona, ya que cuentan con más capital y de mejor calidad en sus colchones de liquidez. Pero solo una pequeña parte del capital de las entidades se encuentra en forma de amortiguadores contracíclicos, que puede usarse en casos de crisis, lo que sugiere que los actuales requisitos de capital de la banca aún pueden ajustarse para dar mayor importancia a éstos.