Como estaba previsto, la francesa SNCF y la sociedad Ilsa, que está constituida por Air Nostrum y la italiana Trenitalia, han sido elegidas por el consejo de administración de Adif (gestor del sistema ferroviario) para competir con Renfe en el transporte por ferrocarril de alta velocidad española (AVE). Y lo podrán hacer a partir del 14 de diciembre de 2020.

Como consecuencia, el grupo formado por la española Talgo y Globalia, que contaba con el apoyo financiero del fondo Trilantic (accionista mayoritario de Talgo), se han quedado fuera del proceso de liberalización.

La apertura conlleva, asimismo, e aumento de la capacidad de los tres corredores de alta velocidad en un 65%, 165 circulaciones por sentido y día en los tres corredores, frente a los 99 actuales. El trayecto Madrid-Barcelona contará con un total de 53 trenes diarios, frente a los 27 de media actuales; Madrid-Toledo-Sevilla-Málaga aumentará  la capacidad un 75%, con 61 circulaciones diarias, y en Madrid-Levante ( Madrid, Valencia y Alicante) el alza será del 40%, hasta las 53 circulaciones.

Si bien Renfe es el grupo que ha quedado con el mayor paquete de servicios ferroviarios por los que se competía: el  ‘A’, que comprende un máximo de un centenar de frecuencias diarias en el conjunto de los tres corredores, y que se ha adjudicado al único operador que, por el momento, tiene capacidad para prestarlo.

Tras la adjudicación, Adif firmará con las compañías los correspondientes acuerdos marco; los operadores cuentan con un plazo de casi un año para diseñar sus planes de negocio y para dar servicio a los viajeros e partir del 14 de diciembre de 2020, cuando este sector se liberaliza en toda la UE.

Adif prevé que la apertura a la competencia rentabilice la red AVE española, en cuya construcción se han invertido 51.000 millones de euros, en sus 3.200 kilómetros de longitud: la segunda mayor del mundo por detrás de la de China y la más larga de Europa.