El Estudio Smart Industry 2019 arroja estas conclusiones principales:

♦ Las empresas con planes de transformación digital se han incrementado un 28%, hasta el 78%, mientras que las que no tienen intención de llevar a cabo uno de estos planes, se han reducido un 20%, hasta sólo el 4%.

♦ Las barreras más importantes a la digitalización industrial son la resistencia al cambio y la falta de formación.

♦ Las empresas tienen claro que la transformación digital es el método para lograr esas ventajas competitivas que consiguen afianzar las posiciones de mercado en sectores competitivos

♦ A la vista de los resultados, se puede afirmar que la transformación digital está activa en muchos sectores de la industria y es una apuesta creciente por parte de las empresas líderes del mercado.

♦ Entre las causas de esta mejora, se encuentra la necesidad de reducir costes directos, que se ha incrementado, y llega a un 20%, mientras que la razón de la mejora en el servicio y la calidad ha bajado de un 18% a un 10%.

♦ Aparte de reflejar un notable avance en la implementación de tecnología para la mejora de los procesos de la industria 4.0 con respecto a 2018, ejercicio en el que sólo un porcentaje pequeño de empresas tenía implantadas soluciones digitales, el estudio actual refleja que la gestión de procesos de industria 4.0 ya está presente en toda la cadena de suministro, aunque con bajos porcentajes, mientras que el año pasado estaban presente solo en cuatro de las actividades.

♦ El sector de automoción lidera en 2019 la inversión en herramientas avanzadas de Industria 4.0.

Persisten las barreras
Este año, según los responsables de este estudio, se mantiene la misma percepción de las empresas sobre las barreras principales en la transformación digital que en el anterior:

♦ La resistencia al cambio y la falta de formación. La percepción de la resistencia al cambio dentro de las compañías ha crecido de un 21 a un 24%, mientras que las dudas sobre el beneficio de la digitalización se están reduciendo. “A medida que más compañías vayan adoptando sistemas derivados de la transformación digital y se vean los resultados, se irán acumulando casos de éxito que ayuden a la aceptación de la digitalización. La resistencia a la innovación también tenderá a reducirse, con la entrada de nuevas generaciones en la industria y el desarrollo de soluciones más intuitivas y adaptadas a las necesidades de los clientes”, destacan los autores del estudio.
♦ Hay un amplio campo de mejora en identificar y gestionar el conocimiento relativo a industria 4.0 en las organizaciones
♦ Se mantiene el interés por el “conocimiento y manejo de datos” como primera competencia necesaria en la empresa.
♦ Se observa que disminuye el interés de las compañías por los conocimientos relativos a la organización y gestión, así como en las técnicas y procesos de fabricación, lo que se interpreta en el sentido de que ya se dan estas capacidades como algo inherente a la propia empresa.
♦ Las compañías entrevistadas tienen previsto potenciar su tecnología con especial hincapié en Intenet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), big data e inteligencia artificial.
♦ Es digna de mención la baja apuesta por los New Human Interfaces (herramientas para la mejora de la experiencia de los empleados en el uso de la tecnología) y la simulación.

En palabras de Bernardo Villazán, presidente del Observatorio de la Industria 4.0: “La innovación en productos y servicios, la flexibilidad y la formación y actualización de los profesionales, son y seguirán siendo vectores claves para gestionar el tránsito que la ralentización económica, y los retos de empleo y sostenibilidad nos abren”.

Por su parte, Manuel Yagüe González, director ejecutivo de Everis Europe y responsable de la línea de Digital Operations, considera que “las empresas están este año mejor de lo que estaban el año pasado. Y las compañías dan cada vez más relevancia a estas tecnologías que están poniendo cimientos a estas mejoras que posibilitan nuestra competitividad en el mercado global”

Cabe destacar que Alberto Durán, presidente del Club Excelencia en Gestión, menciona en el prólogo: “En el estudio del pasado año se contabilizó que el 50% de los encuestados contaban con un plan de transformación y algo más de la mitad estaban ya obteniendo resultados. Es decir, se podía deducir que la revolución no había alcanzado sus niveles deseables. Y que es necesario seguir acelerando en la transformación de las organizaciones”.