Repsol ha aprobado un plan de reconversión industrial para adaptarse al  cambio mundial internacional contra el cambio climático y transformarse en una energética sin emisiones contaminantes.

Pero todo tiene un coste y la implementación de este plan conlleva un deterioro en el valor de sus activos de petróleo y gas, y que supondrá un impacto en las cuentas de este año de casi 4.800 millones de euros. Como consecuencia el grupo presentará pérdidas elevadas que superarán los 1.400 millones de euros de 2015, sin que, en principio, vaya a afectar a la política de dividendos.

El consejo de administración ha optado por acelerar su plan de focalización en los proyectos bajos en carbono y la sostenibilidad con el objetivo de ser una compañía cero emisiones netas en el horizonte de 2050. Esta acción será la base del nuevo plan estratégico 2021-2025; se convertirá en la primera compañía del sector de hidrocarburos en asumir el objetivo de cero emisiones netas en 2050, informó el grupo.

En este camino hacia la descarbonización de la compañía en los próximos 30 años, anunciado el día en que se inauguró la COP 25 de Madrid, Repsol se plantea nuevas metas de reducción de su indicador de intensidad de carbono.