La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha afirmado este jueves que el Gobierno estima la creación de entre 250.000 y 300.000 nuevos empleos al año en el próximo decenio relacionado con el cambio climático, principalmente en el sector manufacturero y de la construcción, al tiempo que la ONU estima que se podrían generar 65 millones de puestos de trabajo en el mismo periodo y en todo el mundo.

Así lo ha señalado Ribera durante la presentación de la iniciativa de Acción climática para el empleo de la OIT en el marco de la Cumbre del Clima en Madrid (COP25), en la que ha precisado esta previsión de creación de empleo en España conforme al Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030.

Ribera ha subrayado que el empleo es uno de los «elementos fundamentales» a abordar en el proceso de transición ecológica, con la puesta en marcha de iniciativas sociales y el estudio de competencias y habilidades que precisen las empresas ante los nuevos empleos que se generen.

En esta línea, ha instado a lograr el «consenso» para que la transformación se produzca a la mayor velocidad posible. «Estamos perdiendo el tiempo y hay poco», ha avisado la ministra, quien ha resaltado las inversiones previstas para la próxima década, que permitirán que España reduzca en un 15% su dependencia energética y se acometan las inversiones para reducir las muertes causadas por contaminación y enfermedades derivadas del cambio climático.

Inversiones y empleo en zonas rurales

Según el Plan de Energía y Clima, el proceso de modernización hacia una economía descarbonizada movilizará unos 236.000 millones de euros entre 2021 y 2030. De esta inversión, un 80% procederá del sector privado y el 20% restante, unos 47.000 millones, del lado público, sobre todo en ayudas al ahorro, eficiencia energética y movilidad sostenible.

También ha hecho hincapié en la importancia de tener en cuenta los empleos en las zonas rurales, ya que los habitantes en zonas rurales «piensan en que el cambio les va a perjudicar y no va a aportar nada positivo», por lo que ha incidido en que hay que asegurar «trabajos dignos» y «medios de vida para la gente», con productos sostenibles y planes sostenibles.

De igual forma, ha destacado que todas las instituciones, líderes económicos y ONGs han comprendido que es necesario cambiar la comprensión de la economía para no limitarse a estar «encerrados» en una visión «estrecha» de lo que puede suceder, sino fomentar la voluntad de «pasar a la acción».

Asimismo, ha advertido de que la transformación ecológica se está produciendo a tal velocidad que hay que tener en cuenta las preocupaciones sociales y ser «innovadores», así como abordar los retos de acceso a alimentación y agua, el desarrollo de nuevas capacidades y promover a nivel económico la transición.

La ONU estima 65 millones en todo el mundo

«Estamos perdiendo la carrera climática», ha alertado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien ha recordado que se prevé un aumento de temperatura de entre tres y cuatro grados para finales de siglo, si bien cree que todavía hay margen para elegir «otro camino», incidiendo en la urgencia de que los compromisos nacionales se marquen en virtud del Acuerdo de París e incluyan una transición justa para los trabajadores que se vean afectados en el camino a una economía «verde».

A este respecto, ha reclamado que los gobiernos se comprometan y las empresas lideren la transformación para conseguir un mundo «neutral» en carbono en 2050. Según Guterres, el cambio a una economía baja en carbono supone una oportunidad de crecimiento de 26 billones de dólares (23,3 billones de euros) en todo el mundo y que podría crear 65 millones de nuevos empleos en el mundo para 2030.

De hecho, ha valorado que «muchos gobierno y empresas» compiten para capitalizar y reconsiderar un modelo económico «nuevo y más ecológico», y ha puesto a España como «excelente ejemplo» de cómo el diálogo con los trabajadores y el cuidado de sus necesidades puede conducir a «comunidades más prósperas y saludables». Ha pedido que los gobiernos tengan en cuenta el equilibrio de género ,creen condiciones de trabajo «justas y decentes» y aprovechen la oportunidad del cambio climático para mejorar la «equidad social» y no se deje a nadie atrás.

El dirigente de la ONU ha remarcado que hay más de 40 países comprometidos con el desarrollo de un plan de transición justo y que la acción climática para el empleo establece entre sus medidas el impulso del desarrollo de habilidades, políticas innovadoras de protección social y la evaluación de los impactos laborales, sociales y económicos del proceso, entre otras.

La OIT: «Pocos gobiernos han hecho algo y tarde»

Por su parte, el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, ha pedido acelerar el cambio y preparar a los trabajadores con nuevas habilidades en el mercado laboral porque el cambio «está a la vuelta de la esquina».

Ryder ha augurado la creación de 30 millones de empleos antes de 2030 en el mundo, si bien otros desaparecerán, por lo que ha urgido a acometer una política «idónea» hacia un futuro verde para que se produzcan cambios y no disrupciones.

A su juicio, «pocos gobiernos han hecho algo» y lo que se ha realizado es «poco y tarde», por lo que ha instado a acometer políticas de inversiones, mayor protección social, ante un 70% de la población mundial con carencias en este ámbito en la actualidad, y un diálogo social «eficiente».

Respecto a la iniciativa de acción por el clima, anunciada en septiembre, ha explicado que recoge acciones concretas, con nuevos modelos para crear empleos verdes y avances en las nuevas habilidades para contribuir a la adaptación en el mercado laboral.

Convenios en comarcas mineras: primer semestre 2020

La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ha destacado en otro panel sobre la minería del carbón que el cambio climático supone una «oportunidad» para el empleo pero conlleva «impactos negativos sectoriales», algunos conocidos desde hace tiempo como el de la minería del carbón.

Valerio ha explicado que la estrategia del Gobierno para este sector incorpora un plan de acción urgente para las comarcas afectadas, con medidas recogidas en un decreto ya aprobado, a la que se suma el marco estratégico de energía y clima que vio la luz en febrero y que aporta un marco «estable y certero» para la descarbonización de la economía.

En este contexto, ha avanzado que en el primer semestre de 2020 se empezarán a suscribir los primeros convenios para una «transición justa» que incluyen acciones para aprovechar los recursos endógenos de los territorios afectados (económicos, sociales y ambientales) para atraer inversiones de fuera.

Actualmente el Gobierno trabaja en convenios en Asturias, Aragón y Castilla y León, y en las regiones zonificando por comarcas, y se contemplan propuestas normativas para mantener activos en territorios vinculados a centrales térmicas, acceso a red y recursos hídricos, un plan urgente de restauración de minas, de inserción laboral, convocatorias del IDAE, desarrollo de infraestructuras y ayudas para la reactivación de comarcas mineras.