BT España, la filial del grupo británico deshace posiciones en el mercado español y se quedará con una presencia casi testimonial. Después de meses de negociaciones con diferentes operadores e instituciones de inversión ha cerrado la venta de más del 80% de su negocio en España al fondo Portobello Capital: coloca su red de fibra óptica y solo mantendrá la gestión de los clientes con mayor proyección internacional. La transacción queda pendiente de la autorización de las autoridades de la competencia y se espera que pueda materializarse en 2020.

La que hasta ahora era la tercera operadora de telecos en España en el segmento de empresas, después de Telefónica y Vodafone, cierra la operación por la que se han interesado desde MásMóvil -era una nueva vía para crecer en el mercado español- hasta la francesa Orange, que tiene entre sus prioridades contar con redes, hasta otros fondos. En ese último colectivo están Carlyle, Aurelius Equity, que buscan inversiones que las aporten una rentabilidad a largo plazo.

El fondo español Portobello, , que dirige Iñigo Sánchez Asiaín, se hace así con el control de los activos básicos de la filial británica, si bien entre los clientes que retiene están, por su perfil internacional, Banco Santander (con fuerte presencia en Reino Unido) e Inditex (que cuenta asimismo con posiciones relevantes en ese área geográfica)

La historia reciente de BT ha estado marcada por la entrada en su capital de Deutsche Telekom; y por al interés de la multinacional alemana de aumentar su presencia en el antiguo monopolio birtánico por encima del 12%, movimiento al que se ha opuesto el gobierno de Gran Bretaña. Y con un argumento clave, basado en la seguridad del país. La posición de los alemanes es consecuencia de la compra por BT junto a Orange de EE (la filial de móviles de Deutsche Telekom) que se materializó en parte con un intercambio de acciones.