Un derivado de la cúrcuma, una especia que se encuentra en el curry, podría ser utilizado como un nuevo tratamiento para la tendinitis, según muestra un estudio de la Universidad de Nottingham y de la Universidad Ludwig Maximilians de Munich. El artículo, que se publica en la revista Journal of Biological Chemistry, muestra que la cúrcuma se puede utilizar para suprimir los mecanismos que generan la inflamación en los tendones.
La cúrcuma es más conocida por ser una de las especias utilizadas en el curry indio. Se obtiene de los rizomas y las raíces de la planta Curcuma longa y es responsable del característico color amarillo del curry. Pero además de cómo especia o colorante alimentario, esta planta se ha utilizado en la medicina Ayurvédica desde el año 1900 A.C. La cúrcuma se ha utilizado en la medicina tradicional asiática desde hace cientos de años como tratamiento anti-inflamatorio y como remedio de diversas enfermedades.
Lo que sugieren los autores de este estudio es que se podría llegar a tratar la tendinitis mediante la nutrición. Se utilizaría la cúrcuma o algún derivado como terapia complementaria, de forma que se pudiera reducir el uso de los medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos(AINE), el único tratamiento disponible en la actualidad para tratar la tendinitis y ciertas formas de artritis.
Todos hemos oído hablar del codo de tenista. Pues esta dolencia se debe a la inflamación de los tendones del codo. Esta inflamación recibe el nombre de tendinitis. Los tendones son las cuerdas que se encargan de unir los músculos al hueso. Son esenciales para el movimiento, ya que transfieren la fuerza de contracción del musculo a los huesos. Sin embargo, son muy proclives a las lesiones. La tendinitis se suele producir por movimientos repetitivos sin una postura correcta y frecuentemente en personas mayores se debe a la disminución de la vascularización de los tendones. Son más comunes en los hombros, codos, rodillas, caderas, talones o muñecas. Y la incidencia mundial de la tendinitis está aumentando a medida que aumenta la esperanza de vida y al aumentar las enfermedades inflamatorias. También se ha asociado a la artritis reumatoide o a enfermedades metabólicas como la diabetes.
Hoy en día, el único tratamiento es paliar el dolor y reducir la inflamación. Los medicamentos eficaces para tratar la tendinitis son las drogas anti-inflamatorias no esteroideas, como el ibuprofeno o la aspirina. Pero los AINEs pueden causar efectos secundarios no deseados, como ulceras de estomago, nauseas, vómitos, colores de cabeza, diarreas o fatiga. Esto hace que haya una gran necesidad de encontrar nuevos tratamientos con menores efectos secundarios.
En este nuevo trabajo utilizaron células humanas de tendón para simular un modelo in vitro de inflamación del tendón y estudiar así los efectos anti-inflamatorios de la cúrcuma. En estudios anteriores ya se había comprobado que la cúrcuma tiene como diana la vía de señalización de NF-kB. Estas vía al activarse promueven la secreción de moléculas proinflamatorias, como la interleuquina 1 beta (IL1β) o el factor de necrosis tumoral (TNFα). Los autores quisieron comprobar el efecto de la cúrcuma en un modelo específico de inflamación de los tendones. Y comprobaron que en este sistema en cultivo, la cúrcuma era capaz de inhibir la activación de NF-kB, con lo que se evitaba la inflamación. Además, esta especia era capaz de inhibir la activación de genes implicados en la degradación de la matriz, como las metaloproteasas. Y también evitaba la apoptosis celular (la muerte celular programada).
Los investigadores llevan años estudiando las propiedades clínicas de esta especia. Estudios in vitro y estudios en animales sugieren un amplio potencial terapéutico o preventivo asociado a la cúrcuma. Se ha visto que tiene efectos neuroprotectores o que induce la muerte de las células cancerígenas en determinados cánceres como el de colon. Se ha visto que podría tener propiedades anti-inflamatorias, antioxidantes e incluso podría ser efectiva en el tratamiento de la malaria.
La cúrcuma se ha utilizado en la medicina tradicional asiática desde hace mucho tiempo, y la ciencia y la medicina actual se están encargando de aportar los estudios científicos que apoyen estos tratamientos. En humanos hay numerosos ensayos clínicos para estudiar los efectos de la cúrcuma en distintas enfermedades, como el mieloma múltiple, el cáncer de páncreas o de colon, la psoriasis o incluso el Alzheimer.
Fuente: University of Nottingham.
Articulo: Journal of Biological Chemistry, 2011. C. Buhrmann, A. Mobasheri, F. Busch, C. Aldinger, R. Stahlmann, A. Montaseri, M. Shakibaei. Curcumin Modulates Nuclear Factor B (NF- B)-mediated Inflammation in Human Tenocytes in Vitro: role of the Phosphatidylinositol 3-kinase/AKT pathway. DOI: 10.1074/jbc.M111.256180
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