Y no únicamente en Bolsa. La empresa acumula una reciente historia de batallas por el control o abandono del capital y de negociaciones para asegurar su supervivencia, lastrada por la elevada deuda y que le ha llevado a una situación de quiebra técnica.

Ahora, en el contexto del paso siguiente que va a dar la dirección de la compañía se están produciendo los movimientos en Bolsa. Deoleo tiene convocada junta extraordinaria de accionistas para este 17 de enero, en primera convocatoria, con el objetivo de aprobar la reestructuración de deuda que suma 575 millones de euros. Con el acuerdo alcanzado con la banca, anunciado el pasado septiembre, se reducen los insostenibles gastos financieros.

Un acuerdo que incluye una ampliación de capital de un máximo de 50 millones, de los que 40 millones están asegurados por su accionista mayoritario, CVC. El grupo materializará, asimismo, el compromiso suscrito que conlleva una reorganización societaria: el negocio pasa a una compañía llamada Nueva Deoleo, participada en un 51% por la actual Deoleo mientras que los acreedores controlará el 49% restante.

Deoleo anunció el pasado septiembre la revisión de sus cuentas individuales de 2018, que supuso elevar las pérdidas de ese ejercicio de 133,3 millones de euros a 162,1 millones (29 millones más). También modificó el resultado a 30 de junio de 2019, con  la retirada de más de 10 millones de euros del epígrafe «otras reservas»,  pasando las pérdidas a 20,1 millones de euros.