Los andaluces, Victorio y Lucchino,  que lo mismo diseñan tapicerías, que un traje de novia o un perfume, serán este año los encargados de vestir a Anna de Codorníu en el anuncio con el que el cava catalán felicitará las fiestas de Navidad.

La relación entre el cava Anna de Codorníu y la moda comenzó las Navidades pasadas, cuando el modisto del traje de novia de la infanta Cristina, Lorenzo Caprile, aunque para ser exactos “modista” que es como al creador le gusta que le definan, diseñó el vestido de la protagonista del anuncio navideño y de la campaña publicitaria. En aquella ocasión se trataba de un traje inspirado en la tradición de la alta costura francesa realizado sobre gasa de seda natural con bordado de la casa francesa Lesage e incorporaciones de cristal suizo Swarosky.

En la actualidad, según dicen los responsables de la bodega catalana, el cava Anna de Codorníu es el más vendido en España. Por su historia, su coupage y su enorme versatilidad, se ha convertido en el vino espumoso más emblemático de Codorníu.

La elección del nombre de Anna, para este cava, rinde homenaje no sólo a Anna de Codorníu, sino al papel vital de las mujeres en la historia de la marca y al papel en general de las mujeres en la sociedad. En 1659, Anna Codorníu, primogénita de la familia y heredera de la masía de Can Codorníu, de sus tierras y sus viñedos, se casó con un viticultor llamado Miquel Raventós. Desde entonces, la familia Raventós ha sido propietaria de Codorníu y ha mantenido el nombre y apellido de su matriarca.