Abertis ha presentado una oferta no vinculante por el 80% del capital del Brisa, primer operador de autopistas de Portugal, un porcentaje que han puesto en venta Jose de Mello y el fondo Arcus, según informaron a Europa Press en fuentes del sector.

El grupo controlado por Atlantia y ACS competiría con Ardian y Macquarie por hacerse con el control de esta firma lusa, valorada en unos 3.000 millones de euros, según datos de ‘Bloomberg’.

En caso de imponerse en la puja, la toma del principal grupo de vías de pago portugués constituiría la segunda gran operación de Abertis en los últimos meses, después de que a finales del pasado año acordara tomar el control de Red de Carreteras de Occidente (RCO), una de las mayores empresas de autopistas de México.

Con estas operaciones, la compañía que dirige José Aljaro compensaría la reciente ‘pérdida’ de dos autopistas de peaje en España.

Se trata de los tramos de la AP-7 Tarragona-Valencia-Alicante, y la AP-4 Sevilla-Cádiz, vías sobre las que, en ambos casos, concluyeron con el fin de 2019 su contrato de explotación en concesión y volvieron al Estado.

Brisa es el primer operador de autopistas de Portugal, dado que explota 1.624 kilómetros de vías de pago en el país vecino, que comprenden 17 autopistas, seis carreteras nacionales y otras seis complementarias.

La compañía facturó 746 millones de euros y generó un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 554 millones en el ejercicio 2018, el último con datos disponibles.

Brisa está controlada al 52% por la corporación de José de Mello desde que en 2012 lanzó una OPA sobre la empresa en alianza con el fondo Arcus, que ostenta el otro casi 30% restante de la firma.

Precisamente, en el marco de esta operación, Abertis vendió la participación del 15% que llegó a tener en la compañía de la que fue accionista durante unos años.

Finalmente, decidió salir de Brisa al no prosperar las intenciones que entonces tenía de analizar una fusión amistosa o bien proyectos conjuntos.

En caso de hacerse ahora con Brisa, Abertis se convertiría en el primer grupo de autopistas de la Península, en línea con la estrategia de crecimiento que Atlantia y ACS pretenden impulsar en el grupo de concesiones que tomaron conjuntamente hace más de un año con el fin de convertirlo en un líder mundial de su sector.