El año actual tampoco ha empezado positivo para el sector de las telecomunicaciones en Bolsa, como se ha reflejado en la trayectoria de EuroStoxx Telecommnications. Los problemas de las operadoras europeas no han cambiado aún: se enfrentan a una fuerte competencia, también de los nuevos actores que prestan servicios sin contar con los activos y costes de las grandes compañías, así como a las fuertes inversiones que tienen que abordar para contar con tecnologías como 5G. Y sin elevar la deuda; por el contrario, los analistas presionan para que la reduzcan.

Este contexto se puede aplicar a casi todos los grupos de telecos europeos, incluido el de Telefónica. Después de varias sesiones a la baja, que se unieron a la tendencia de los tres últimos meses, la compañía que preside José María Álvarez-Pallete ha cambiado de signo -ayer subió un 2,7%- y consolida una cotización de 6,33 euros, mientras que el 15 de enero estuvo a puntos perder la referencia de los seis euros. De esta forma, entra en positivo en 2020. Su capitalización bursátil se eleva a más de 38.870 millones.

El consenso de analistas de FacSet muestra que 13 de los expertos consultados optan por «fuerte compra» para la teleco, 11 se manifiestan neutrales, mientras que uno se decanta por la «fuerte venta». El precio medio que se le adjudica es de 8 euros.