Endesa tiene dos frentes abiertos con su plantilla y con los sindicatos. La compañía que dirige José Bogas ha planteado, en principio solo a UGT (sindicato mayoritario), un recorte de plantilla en España, a través de bajas incentivadas. La reducción afectaría, según los objetivos de la empresa eléctrica a más de 1.000 empleados, que suponen más del 10% de los empleados totales (8.800).

Este objetivo se negociaría junto con el atascado convenio colectivo. Endesa quiere que la reducción de plantilla, que conlleva una disminución de los costes del grupo, se materialice a corto plazo, lo que implica alcanzar un acuerdo en los próximos meses. Las salidas afectarán a los empleados más próximos a la jubilación, ya que se requiere llevar 25 años cotizados. La oferta es mantener entre el 60% al 80% del salario, en función de la edad.

Mientras, se espera las conclusiones del arbitraje encargado al ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, respecto a los puntos más conflictivos del convenio colectivo que se negocia desde hace más de dos años.

El grupo energético, participado a más del 70% del capital por la compañía italiana Enel, presentó en diciembre la solicitud formal de cierre de las centrales térmicas de carbón importado de As Pontes (La Coruña) y Carboneras (Almería). Endesa señaló que garantizará los puestos de trabajo de los empleados de las dos plantas -los 174 de As Pontes y los 113 de Carboneras- mediante un proceso de recolocación, medidas formativas y su participación en las tareas de desmantelamiento.