La ONCE contrarresta la caída de ingresos extendiendo la red de ventas en gasolineras, estancos y quioscos

14/08/2011

Joan Carles Valero. Desde el 1 de julio, la ONCE puede vender su popular cupón en estancos, gasolineras y quioscos de prensa, entre otros establecimientos. La Organización alega que la ampliación de la red compensa la caída de ventas por la crisis, mientras CCOO acusa a la dirección de poner en peligro los 21.000 puestos de trabajo de discapacitados.

Las ventas de productos de juego de la ONCE generaron el año pasado unos ingresos de 1.863 millones de euros, lo que supone un retroceso del 5,9% en relación a 2009, un retroceso que no ha sido superior, según la dirección de la Organización, debido a la apuesta innovadora en nuevos productos y el apoyo de la nueva red de venta solidaria en gasolineras, quioscos y estancos, creada en mayo del año pasado para distribuir la nueva modalidad de juegos “¡Gana ya!” de la ONCE (Rascas y SuperOnce).

A juicio de CCOO, sindicato que discrepa de la extensión de la red de ventas al denominado canal físico complementario (CFC), la publicación en el BOE el pasado 24 de mayo de la resolución de la Secretaría General de Política Social y Consumo que da publicidad al nuevo Reglamento del cupón de la ONCE, “rompe el carácter social de la entidad, que a partir del 1 de julio puede poner a la venta el popular cupón, baluarte y buque insignia de su misión social, a través de estancos, quioscos de prensa, gasolineras y establecimientos de hostelería y restauración”.

La dirección de la ONCE, encabezada por el presidente de su consejo general, Miguel Carballeda, justifica esta decisión ante sus vendedores con el argumento de que “posicionarse en el futuro mercado de juego global es una estrategia necesaria ocupando el nicho de mercado antes de que otros competidores lo hagan”. La comercialización del cupón tradicional era hasta ahora exclusiva de los vendedores de la plantilla de la ONCE, que recaudan el 96,5% del total de ventas de la entidad.

Según CCOO, extender la red de ventas de la ONCE “no generará ni un solo empleo directo o indirecto y pone en serio riesgo los puestos de trabajo de las 21.000 personas”, ya que a juicio del sindicato, “parece que la ONCE persigue desvincular del cupón a sus vendedores tradicionales, personas ciegas y con otras discapacidades que, con esta suicida política comercial, podrían quedarse en el paro a corto o medio plazo y pasar a depender económicamente de las prestaciones públicas”, cuando no “pueden acabar pidiendo limosna en las plazas y calles de nuestras ciudades y pueblos”.

CCOO señala como cooperadores necesarios de esta “nefasta” política comercial, al Ministerio de Sanidad, que tiene la tutela legal de la ONCE; así como al sindicato mayoritario de la entidad, UTO-UGT, “que mira hacia otro lado mientras una institución con 73 años de historia es desmantelada”, acusa.

Por su parte, la ONCE asegura que en 2010, un año marcado por la crisis económica, la ONCE y su Fundación consiguieron general 5.700 nuevos puestos de trabajo para personas con discapacidad, con los que asciende a 130.000 empleos directos e indirectos que dependen de la Organización, con 105.000 personas con discapacidad incorporadas al mercado de trabajo.

En un comunicado que intenta contrarrestar las críticas vertidas por el sindicato CC.OO. a la extensión de la red de ventas, la ONCE asegura que también ha hecho una apuesta por el empleo estable como mejor método de inclusión social de las personas con discapacidad en tiempos de crisis, con la conversión en indefinidos de 1.11 contratos de agentes vendedores entre 2010 y enero y mayo de 2011. Además, en la última revisión del convenio de la Organización, su dirección ha elevado el compromiso de estabilidad y se ha pactado con los agentes sociales la conversión en fijos de mil contratos más de vendedores.

La ONCE asegura haber realizado un gran esfuerzo de austeridad en el gasto durante 2010, con un ahorro del 7% respecto al anterior ejercicio, lo que a juicio de la organización permite mantener su inversión social y empleo a pesar de la crisis. La ONCE destina en acción social cerca de mil millones de euros, especialmente en educación, empleo, rehabilitación, tecnología accesible, eliminación de barreras y solidaridad con otras discapacidades, según datos de la Memoria de 2010.

Otro aspecto destacable de la labor de la ONCE es la educación, con una atención directa a 7.400 alumnos ciegos y deficientes visuales graves, la mayoría en sus propios centros de estudio ordinario, en sus barrios, pueblos o ciudades de residencia. Sin olvidar la formación continua, como las 5.500 personas con discapacidad que se han preparado para buscar empleo y los más de 30.000 que han participado. De todos ellos, 21.000 vendedores de la ONCE han aprendido a trabajar con nuevos productos, estrategias y tecnología.

Según la Memoria de la ONCE, cada año se incorporan a la Organización en España más de 3.500 personas que pierden la visión a causa de enfermedades, accidentes de trabajo, de tráfico, etcétera, y que requieren una atención directa, especial e individual para mantenerse como miembros de la sociedad. Durante el ejercicio se prestaron más de 23.500 atenciones directas en rehabilitación y se entregaron 133 perros guías.

Los juegos de la ONCE se pueden adquirir a los 21.000 vendedores, todos ellos con discapacidad, repartidos por toda España o mediante la página web oficial de juego de la Organización (www.juegosonce.com). Con un terminal punto de venta (TPV), el cliente puede elegir el número que más le guste. Ahora también se puede jugar en la nueva modalidad de juegos “¡Gana ya!” de la ONCE (Rascas y SuperOnce) en establecimientos colaboradores, como estancos, gasolineras, kioskos de prensa, etcétera.

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