El nuevo presidente de REE (empresa de transporte de alta tensión), que será elegido por la Sociedad Estatal de Participaciones Estatales (SEPI) -el organismo a través del que el Estado tiene el 20% del capital-, tendrá varios asuntos prioritarios en su mesa; no va a ser una presidencia de continuidad. Por el contrario, tal vez tenga que dar marcha atrás a algunas de las decisiones tomadas por su antecesor, Jordi Sevilla.

Con todo, los temas fundamentales se centrarán en la etapa que se abre en la política energética española, con los objetivos que se contienen en el Plan Integrado de Energía y Clima, la ley energética, así como los que surjan con las aportaciones del socio de Gobierno, Podemos-IU.

Pero ya el panorama era complejo. Sevilla se ha enfrentado a la denegación del acceso a nuevos proyectos renovables. La causa era la falta de capacidad de las redes para evacuar la energía que iban a producir las eólicas o fotovoltaicas, aunque también se ha hablado de proyectos solo basados en intereses especulativos. Ha sido un tema polémico, y con matrices políticos, por el apoyo del Gobierno al desarrollo de las energías renovables. En este contexto, los promotores no dudaron en acudir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que todavía preside Marín Quemada, falló en un elevado porcentaje en favor de que los proyectos siguiesen adelante.

Pese a los intentos de ralentización, y según los datos de REE, el año pasado se instalaron en España 6.456 megavatios renovables, cifra muy diferente de los 330 megas instalados en 2018 (190 en Canarias).

También según los datos de REE de septiembre, la compañía ha rechazado, por ahora, un total de 26.400 megavatios de nueva potencia de renovables. Equivale a un tercio de los megavatios que habían solicitado y que estaban pendientes de autorización preliminar.

Este martes en la reunión del consejo de administración donde ha presentado la dimisión, Sevilla ha presentado una carta en la que da las razones que le han llevado a presentar su renuncia. Y concluye que ante «el desgaste que para mí ha representado la defensa de los intereses de la compañía en estos últimos meses, considero que ha llegado el momento de dar el relevo a una presidencia que impulse la nueva etapa que se abre para Red Eléctrica».