Los índices europeos han terminado mayoritariamente a la baja, pero esa no es la clave del pentagrama que leen los músicos. La clave está en el crecimiento alemán y, ¡¡oh señores!! ha sido bastante más modesto de lo que modestamente se esperaba.

Nuevo aviso para todos y en especial para la señora Merkel. Si Alemania crece un 0,1% y la Eurozona en su conjunto un 0,2% esto quiere decir que Alemania ya no está a la cabeza del tren, así de simple.

¿Va a seguir sacando pecho y en su postura intransigente, señora Merkel? ¿Terminará por darse cuenta de que si no crecen los demás, sus números tenderán al rojo inevitablemente? ¿Le han enseñado ya que en la economía globalizada si tu entorno va mal no les sueles vender muchos coches?

Si no fuera porque es grave me entraría un ataque de risa, pero la actitud de Alemania ya no es de simple cabezonería. Los números reflejan claramente que se trata de una cuestión de ignorancia. Merkel y sus asesores ese están metiendo en un pantano del que es difícil salir y los eurobonos son, precisamente, una de las últimas posibilidades de salida.

Pero, ya saben ustedes, de los eurobonos no van a hablar Merkel y Sarkozy. La canciller alemana solo quiere hablar de la reforma de gobierno comunitario en materia económica y aunque en esto lleve razón, nos vuelve a hacer perder el tiempo.

Ahora ya sabemos lo que nos toca porque el guión lo conocemos bastante bien. Nos van a dar como a una estera durante otro ratito. Subirán de nuevo las primas de riesgo de España e Italia. Puede que esta vez nos acompañe Bélgica y que salpique de nuevo a Francia, pero la señora Merkel va a seguir impertérrita.

Así las cosas, la caída de hoy va a ser una simple anécdota porque la recuperación en la segunda parte de la sesión ha dejado los cierres en cotas razonables. Mucho me temo que desde mañana volveremos a tener cosas más parecidas a lo que pasaba mediada la sesión, cuando las pérdidas rondaban el 2%.

Para la estadística apunten estos datos. El Dax perdió un 0,45%, el CAC un 0,25% y el Ibex un 0,40%. El FTSE británico se permitió el lujo de subir mínimamente, un 0,13%. ¿Ven? el Dax vuelve a encabezar las pérdidas. El mercado dice «nein, señora Merkel» y teme que su cabezonería termine por parar lo único que era imparable: la locomotora alemana.