Iberdrola, aupada por su estrategia de apuesta por las energías renovables y por sus posiciones internacionales (ha gestionado de forma positiva el efecto del Brexit en sus posiciones en Reino Unido), marca récord en Bolsa, con una cotización por encima de los 10,4 euros por título. Esta evolución la sitúa en el primer puesto del EuroStoxx 50, al subir en Bolsa más del 15% en el año, seguida de su ‘rival’, la italiana Enel (primer accionista de Endesa).

El grupo que preside Ignacio S. Galán cuenta con una capitalización bursátil de 67.150 millones de euros, cifra que la convierte en la segunda compañía de más valor del Ibex, superando a Santander, y sólo precedida de Inditex.

En favor de Iberdrola, además de la gestión, existen otros factores. Por un lado, la legislación que se ultima en España no penaliza su estrategia; en parte está en línea con los objetivos de la compañía. Además el impacto de las decisiones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la retribución de los activos regulados no va a ser muy relevante en sus cuentas, y el efecto, de hecho, fue el menor entre las compañías afectadas. Adicionalmente, como ocurre con el conjunto de las utilities, se beneficia del entorno de tipos de interés bajos: se convierten en una inversión segura y rentable para los fondos y otras entidades de inversión colectiva.

Los analistas destacan además el crecimiento internacional en Estados Unidos, Brasil y México. Para JP Morgan, la eléctrica podría alcanzar el objetivo de beneficio neto de 3.700 millones a 3.900 millones en 2021 por sus posiciones globales