Al otro lado del Atlántico están espantados con lo que ocurre en Europa. Son gente práctica y no entienden que pudiendo tomar medidas ya los gobernantes europeos prefieran «ir poniendo los ladrillos uno a uno» porque temen que sin la argamasa suficiente a la pared le ocurra como a las casa de los cerditos del cuento, que vuelen al primer soplido.

Y es que, además, saben que no es un soplido lo que se avecina, sino un auténtico huracán. Resolver las dudas que genera la deuda europea es urgente para el mercado y Alemania ha impuesto un ritmo cansino a cualquier medida que está exasperando a más de uno además de dejar al descubierto a países que deberían estar a cubierto, fundamentalmente a Italia y a España.

Tal es el miedo de los americanos a lo que sucede en Europa que han bajado sus tres índices a pesar de que Fitch ha confirmado la triple A del rating a Estados Unidos dando un voto de confianza a la deuda americana hasta que se conozcan los acuerdos que deben salir del Congreso para la reducción del déficit.

Aunque la calificadora pone «deberes» a los legisladores y subraya a partir de qué cota rebajará la nota a la deuda americana, el hecho de que no la haya degradado ya siguiendo a S&P es un avance considerable y en condiciones normales los índices lo hubieran celebrado por todo lo alto, pero no hay condiciones normales.

Todo anticipa a que volverán a arreciar la tormenta. Los datos macroeconómicos europeos son malos y la inacción está mal vista en el mercado. O explican muy bien lo que se proponen hacer y convencen a unos inversores que desconfían a estas alturas hasta de su sombra o podemos dar por definitivamente concluida la fase alcista.

¿Esperanzas? Alguna hay pero cada vez van quedando menos clavos a los que agarrarse. El cruce de medias conocido como «cruce de la muerte» se ha confirmado y ese es un escenario que suele ser devastador, aunque por otro lado cabe decir que la aparición de mano fuerte compradora es realmente notable en los últimos días, lo que equilibraría algo la balanza.

Pero de momento el fiel está desequilibrado y marca hacia el sur. Tras tres jornadas de subidas, hoy ha llegado el recorte, y con motivos, aunque estos obedezcan exclusivamente a la situación europea. El Dow Jones ha perdido un 0,67% aunque nos consuela algo que no haya llegado a los 100 puntos de recorte. El S&P 500 ha retrocedido un 0,97% y ha perdido con claridad los 1.200 puntos. El Nasdaq Composite, por su parte, se ha dejado un 1,24%.