La presentación de los resultados de Telefónica de 2019 por su presidente, José María Álvarez-Pallete, se desarrollaba este jueves en paralelo a la caída de la cotización de la operadora en Bolsa, que se ha dejado más de un 3,5%. Es una evolución que no es muy diferente a la que ha tenido el grupo en otras etapas y con otros acontecimientos, si bien Pallete manifestó con total convicción que el valor del grupo será reconocido, y que la gestión que él preside no juega a corto plazo. Puso como ejemplo que el grupo podría vender activos de redes (que auparían la acción), pero que son necesarios para operar en servicios, como los relacionados con la inteligencia artificial: una base del futuro.

Subrayó que en el precio de la acción no están reflejados temas como la generación de caja -récord- o el pago de un dividendo sostenible y rentable. «Más pronto que tarde habrá una oleada de inversión en Telefónica».

La empresa avanza en varias líneas en el desarrollo del plan estratégico, que fue presentado en noviembre: desde el desarrollo de las filiales, como Telefónica Infra o Telefónica Tech, a la consolidación del grupo en los cuatro países en los que es relevante: Reino Unido, Alemania, España y Brasil, a lo que se une el spin-off de los negocios de Hispanoamérica (es decir, no Brasil). En Telefónica Infra, en la que se avanza en la segregación, tiene un papel relevante Telxius (sociedad que agrupa parte de las torres de telecomunicaciones del grupo).

La directora financiera de Telefónica, Laura Abasolo, añadió que la operadora mantiene múltiples conversaciones con posibles socios o inversores con el objetivo de hallar alternativas para sus activos, ya sea por consolidación, desinversiones o la obtención de sinergias. Afecta a ocho países: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela.

Álvarez-Pallete se pronunció sobre la tasa Google, explicando que ese tributo que ha aprobado el Gobierno «trata de subsanar una anomalía tributaria y asimétrica». «Vemos este asunto con naturalidad, ya que no es contra nadie, sino porque el mundo está cambiando, desde lo analógico a lo digital».