Puede que cuantitativamente la de hoy no haya sido la peor sesión del año, pero cualitativamente lo ha sido y además con mucha diferencia. Ha sido una sesión de pánico sacada de la nada y alentada por un informe pesimista de Morgan Stanley sobre el futuro de la economía mundial que, en condiciones normales, no hubiera representado ni un soplido para el mercado.

Eso es lo malo, la endeblez de todo lo que rodea al mercado y a la operativa. No hay convicción en nada, todo el mundo se mira de reojo, todo el mundo desconfía y en cuanto algo sale lo más mínimo del guión, la cosa se desploma. Bien es cierto que los índices europeos venían desde ayer dando sensación de querer irse abajo como demostraron el Dax y el FTSE, pero es malo, muy malo, que lo hayan hecho con una excusa de fondo tan frágil como un informe de Morgan Stanley.

Una vez definido lo malo vayamos con lo horrible. Señores, esta caída, alarmante a todas luces, se ha producido con las operaciones cortas prohibidas sobre el sector financiero en buena parte de los mercados europeos. La «panacea» encontrada por reguladores y gobiernos incapaces no es tal, como ya se advirtió desde aquí. ¿Qué van a prohibir ahora? Lo que debería prohibirse es la incompetencia y la engañifa. Es muy fácil culpar a «los especuladores». De esta forma no hay autocrítica ninguna.

Lo pésimo, finalmente, viene relacionada con la nula capacidad de autocrítica de todos los dirigentes, todos. El que más manda en el mundo, Barack Obama dice ahora que la economía no entrará de nuevo en recesión pero que el crecimiento es menor de lo previsto por el terremoto japonés y las revueltas árabes. Clama al cielo.

Mire señor Obama, el crecimiento es menor de lo previsto por culpa de ustedes, los dirigentes. De todos. No salvo absolutamente a ninguno. Parece mentira que sean ustedes incapaces de hacer lo único que se les exige en economía: no molestar. Se empeñan ustedes en gastar lo que no tienen y, encima, en retrasar la solución para salir de ese atolladero. Se esfuerzan y de qué manera por llegar tarde a todas partes y en articular soluciones incompletas a problemas que, sin embargo, sí están completos.

Al menos, no ha vuelto usted a mencionar a España como origen de todas las crisis, lo que ya es algo, pero puestos a preguntarme cosas se me ocurre una que posiblemente usted sepa o conoce a quien sepa la respuesta. ¿De verdad que las revueltas árabes se han montado justo cuando se han montado por pura casualidad? No me haga usted reír contándome que es el resultado de la extensión de las redes sociales.

Total, que lo malo, lo horrible y lo pésimo se ha juntado en un sólo día. El resultado ha sido una caída del Dax del 5,82%, del FTSE en un 4,49%, del CAC en otro 5,48% y del Ibex en un 4,70%. Cada vez me resulta más curioso que el Ibex haya sido el índice menos malo entre los grandes de la Eurozona.