El que ha sido una estrella de los circuítos de motos, Fonsi Nieto, que en realidad se llama Alfonso González Nieto, no tiene carné de motos y no ha montado en una por la calle nunca. Tampoco había votado nunca hasta este año que lo ha hecho por primera vez “siempre me pillaba fuera y no sigo la política porque está todo bastante desmadrado. Mi mujer me animó a votar este año”. También ha estado un minuto muerto, en 2010 en un tremendo accidente en el circuito de Indianápolis. Dice que en breve volverá a montar en una moto de carreras pero no para competir. De su tío, el campeón Ángel Nieto, le queda la mejor herencia “el nombre de Fonsi Nieto del que estoy orgullosísimo porque yo me llamo, Alfonso González Nieto. Con mi tío discutía mucho porque él me decía que en muchas cosas yo era un calco suyo y no quería que cometiera sus mismas meteduras de pata”. Hablamos con el matrimonio, González Castro, a pie de pistas de esquí en el circuito de hielo y nieve en el que Land Rover y Jaguar prueban sus coches y enseñan a conducirlos en situaciones extremas.

Fonsi Nieto, 41 años. 227 carreras de moto. Padre de un niño, Lucas de 8 años. Dos matrimonios a sus espaldas; el primero, con Ariadne Artiles “con la que me llevo muy bien”, un largo noviazgo con Elsa Pataki “mi primer amor” y otro con Alba Carrillo “le tendré cariño siempre porque me ha dado lo mejor que tengo, a mi hijo”. Después de “haber sido un cabra loca” ha llegado el momento de la pausa y plantearse tener otro hijo con Marta Castro, que estudió magisterio y trabaja en una multinacional organizando eventos. Llevan siete años de relación y tres con papeles oficiales de matrimonio.

Después de retirarse de la competición, por recomendación del rey Juan Carlos, encontró en la música como DJ la terapia que necesitaba “de la noche a la mañana encontré algo que me llenaba de ilusión”. En ese circuito musical coincide con los sobrinos del rey Felipe, con Froilán y con Victoria “son gente joven que van a divertirse a los sitios donde yo pincho, que son los que molan. Ellos suben a la cabina y lo pasan bien. Me parecen unos chicos nobles, cariñosos y bastante normalitos. Froilán no hace nada que no haga ningún chaval de su edad y Victoria es muy tímida y súper educada”. Esta conversación la manteníamos con Fonsi y su mujer, Marta en la estación Andorrana de esquí de Grandvalira donde Land Rover, tiene su circuito de hielo y nieve para los propietarios de sus automóviles. Fonsi, que sí tiene carné para conducir coches, recibió unas clases de conducción en nieve con el Range Rover Sport de 575 caballos de potencia y fue tal la locura que se organizó con sus controlados derrapajes, que decenas de esquiadores pararon para aplaudir al campeón “es una pasada. Yo, que he mamado gasolina desde que nací, he disfrutado un montón. Antes de competir en moto, participé en campeonatos de esquí hasta los trece años y lo dejé porque comencé con las motos, así que estar conduciendo esta máquina sobre hielo es tan seguro como fabuloso”. Una sensación de descarga de adrenalina parecida a la que ha debido sentir Fonsi desde que se separó de Alba Carrillo hace ocho años. En la relación con la madre de su hijo, los 575 caballos han sido adrenalina en vena. “Con Alba, gracias a Dios después de haber vivido momentos complicados, ahora pasamos por una situación bastante buena. La veo tranquila porque al final, cuando uno está enamorado, la vida te la tomas mejor. Si ella está feliz con ese chico nuevo, pues yo egoístamente también estoy feliz porque todo está más calmado. Alba tiene derecho a ser feliz porque lo ha pasado bastante mal. A mí no me sorprende que hable bien de mí porque detrás de todo esto hay un negocio”. En los peores momentos a Fonsi no le quedaba más remedio que aguantar la situación pero a su pareja, Marta, le pudo haber superado “afronté la situación con mucha paciencia, apoyando a mi marido y quedando en un segundo plano porque no es mi guerra”. Dado que ya llevan tres años casados, en este 2020 “nos hemos planteado tener un hijo porque nos hace mucha ilusión” aunque advierten que no les gustaría que se dedicase a las motos “porque hemos perdido a muchos por el camino” pero sí, que si es niño “se llame Ángel con el permiso de mis tres primos y si es niña, Covadonga”. El que fuera doce más uno Campeón del Mundo de Motos, Ángel Nieto, está presente en la familia “era el patriarca y para mí, un segundo padre. Los dos momentos más difíciles de mi vida han sido mi retirada de las motos, que decidí no verlas ni en la tele y la muerte de mi tío. Y si desde hace más dos años, estoy otra vez en las motos como coach de dos pilotos de Moto GP con los que hago todas las carreras del mundial, casi al 99 por ciento es por culpa de mi tío. Al irse él he vuelto al mundo de las motos y le echo de menos todos los días porque tanto en el circuito como en la familia era al primero al que ibas a contarle las cosas”

Mis anécdotas con el rey