El Champagne de Laurent-Perrier bautizado como Grand Siècle, en referencia a los grandes tiempos del llamado Rey Sol en el siglo XVII, recupera un refinado objeto llamado; L’Aiguiére que permite mantener frío el contenido y facilitar su servicio.

Lo primero es situarse en una época de gran refinamiento en todas las  mesas de la Corte  de Versalles. Es en ese momento, cuando aparecen las primeras burbujas de champagne, debidas precisamente al descubrimiento casual de un abad francés en la región francesa de Reims. El monje buscaba el mejor vino blanco para sus misas y para vendérselo a la Corte y se encontró con el champagne. Son esas casualidades que hacen memorables un error.

Después de este encuentro fortuito, el mundo del champagne se rodeó de objetos que lo hacían más refinado como el Aiguiére, que tiene su origen en la voz latina Aquamanile. Un aguamanil es un jarrón con pico para echar en la palangana o pila donde se lavan las manos. Un decantador es una botella de vidrio con base ancha reservada para servir vinos y de paso dejar que se expandan los aromas por el recipiente. De la fusión de los dos objetos nace el que ahora lanza Laurent-Perrier.

La espectacular botella encierra el caldo Grand Siècle, que se empezó a comercializar en 1959. Es el Cuvée por excelencia, en su interior se encuentra un ensamblaje de las más grandes añadas, formadas únicamente por los mejores crus y las mejores viñas. Compuesto por pinot noir y chardonay ligeramente mayoritario, madurado largos años en la bodega Laurent-Perrier

La botella está inspirada en las creaciones de los maestros vidrieros del siglo XVII y se adapta a una cuña de estaño con un asa en forma de cuello de cisne, transformándose de esta forma en una Aiguière para así servir este champagne único como si fuera un gran vino.

También la base de refrigeración es desmontable y casa perfectamente con las formas de la botella, así se puede presentar con la temperatura ideal de servicio. El champagne tiene que ser servido a unos 10 grados de temperatura. El estaño, que es el cuarto metal precioso del mundo, tiene la particularidad de conservar el frío durante aproximadamente una hora y su tratamiento lo han realizado a mano los maestros orfebres de la localidad francesa de Anjou.

L’Aiguière Grand Siècle Laurent-Perrier es el homenaje que la Casa Laurent-Perrier rinde a la artesanía del “Arte de Vivir”.

L’Aiguière Grand Siècle. Cofre de regalo en madera: Botella de 750 ml Grand Siècle, L’Aiguière  y dos bases de refrigeración PVR 400 €.