Iberia ha presentado este jueves un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), que afectará al 90% de la plantilla (unos 13.900 empleados). El expediente tendrá en principio una duración de tres meses, si bien la aerolínea aclara que seguirá la evolución de los acontecimientos “para dilucidar si fuese necesaria una ampliación posterior o una recuperación anticipada de la actividad”.

Todas las áreas de negocio relacionadas directamente con la operación se verán afectadas en la misma proporción que la reducción de capacidad, en función de que el ERTE sea aceptado por la autoridad laboral. En el caso de que afecta a las áreas operativas de vuelo, handling, mantenimiento en línea y carga, el porcentaje de trabajadores incluidos en el mismo será de hasta el 90%.

En los servicios centrales y oficinas, tanto corporativos como de mantenimiento y handling, se verán afectados un máximo del 70%. En resto de las actividades de mantenimiento, debido a la relación comercial con clientes externos y esperando que ésta se mantenga en la situación actual, en motores será del 60%, mientras que en mantenimiento mayor la afectación será de un máximo del 80% los dos primeros meses y del 90% el tercero. El área de componentes se baraja un ajuste de hasta el 70%.

Las compañías aéreas llevan varias semanas reduciendo los vuelos a mínimos históricos, por la caída drástica de la demanda y el cierre de las fronteras. No se percibe, de momento, cuando puede cambiar el actual rumbo, que ha llevado a las compañías del sector a cuestionarse su futuro.

En esta misma línea, el grupo Lufthansa, del que forma parte también Eurowings, Swiss, Austrian Airlines y Brussels Airlines ha señalado, junto a la presentación de los resultados de 2019, que tiene parados 700 de sus 763 aviones. “La propagación del coronavirus ha llevado a la economía mundial y a nuestra empresa a un estado de excepción hasta ahora desconocido”, ha manifestado el presidente del grupo, Carsten Spohr, quien ha añadido que “tenemos que contrarrestar esta situación extraordinaria con medidas drásticas y, a veces, dolorosas”.

El presidente de Lufthansa ha planteado la necesidad de recibir ayudas estatales para que las aerolíneas puedan soportar una crisis sin precedentes y con consecuencias totalmente desconocidas e inciertas.