Si hay un  sector que está impactado por la crisis del coranovirus es de las empresas relacionadas con el transporte y el turismo. Y el aéreo está en él. Las aerolíneas han reducido al límite sus movimientos, sus programas de vuelo y, en este escenario, también las más grandes europeas, como IAG, Air France o Lufthansa han dudado de su capacidad de supervivencia. La IATA (la patronal internacional aérea) ha destacado que las empresas necesitarán más de 200.000 millones de dólares de apoyo.

En este panorama, la Unión Europea ha autorizado a los gobiernos comunitarios a que rescaten a aquellas aerolíneas que están en riesgo de quiebra por la pandemia. Y se basa en el artículo del Tratado Fundacional de la UE prohíbe las ayudas otorgadas por los Estados, a excepción si se dan para reparar los perjuicios provocados por los desastres naturales o acontecimientos excepcionales

Ya antes, cuando las aerolíneas comenzaron a reducir drásticamente sus operaciones debido a la reducción de la demanda y el cierre del espacio aéreo, algunos gobiernos han decidido ayudar a las aerolíneas; el italiano optó por el rescate de Alitalia al borde de la quiebra que de hecho ha sido nacionalizada, mientras que el Ejecutivo noruego (que no está bajo las normas de la UE) ha aportado 250 millones de euros para salvar Norwegian.

También el Gobierno francés mantiene negociaciones con Air France con el objetivo de inyectar fondos que de aseguren liquidez a la aerolínea. Las medidas de apoyo podrían afectar al grupo IAG (British Airlines, Iberia o Aer Lingus).

También Reino Unido prepara medidas similares. El secretario de Transportes del Gobierno británico, Grant Shapps, mantiene conversaciones con representantes de British Airways, Easyjet, Virgin Atlantic y Ryanair para chequear su situación financiera.