
Josep Oliu, presidente del Sabadell, entre el consejero delegado, Jaime Guardiola, y el secretario del consejo, Miquel Roca.
“El banco está volcado en ayudar a los clientes y a minimizar el impacto que la crisis del COVID 19 pueda tener en la cuenta de resultados. La fortaleza de la entidad, tanto en solvencia como en fuerza comercial, nos permite ver el día después con optimismo», afirma Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell, en una junta general de accionistas que, pese a ser telemática, ha registrado una elevada participación (61,57% del capital).
El banco ajustará su estrategia para priorizar la lucha contra el impacto de coronavirus y, una vez superado, se centrará en la mejora de la rentabilidad, subraya Josep Oliu: «Tenemos enfrente este 2020 un enorme reto que de alguna forma se ha sobrepuesto a lo que era nuestro objetivo y la base sobre la que estableceríamos nuestro próximo plan estratégico. A corto plazo, nuestro único objetivo es superar la crisis provocada por el actual estado de emergencia, pero una vez ello se complete, la prioridad del banco va a ser la mejora de la rentabilidad a partir de donde estemos».
Es «un reto descomunal sin precedentes», cuyo coste dependerá de la duración de la crisis sanitaria y la efectividad de las medidas que se apliquen y que requiere que la absorción de los costes sea afrontada con «la máxima mutualización». La defensa de la viabilidad del tejido empresarial es «la mejor defensa para el empleo y la mejor estrategia social», insiste el presidente del Sabadell
«Los bancos afrontamos este nuevo reto con una solvencia muy diferente de la que teníamos en 2008 y con liquidez suficiente. Seremos pues fundamentales para poder ejercer el necesario ejercicio de análisis y determinación de las formas mediante las cuales las diferentes empresas o familias puedan pasar este bache», recalca.
«El estallido abrupto de la crisis del coronavirus hace que nuestra prioridad principal, a día de hoy, sea la protección de la salud de nuestro equipo y de todas aquellas personas con las que tenemos relación, a la vez que garantizamos la continuidad operativa y el servicio a nuestros clientes», señala el consejero delegado, Jaime Guardiola.
«Incorporaremos los ajustes necesarios en nuestras prioridades de gestión, siempre con la idea de servir y acompañar a nuestros clientes, generar valor para el accionista y mantener el compromiso con nuestros empleados, con la sociedad y con la sostenibilidad medioambiental», remacha.
La junta ha acordado distribuir un dividendo bruto por acción, con cargo al resultado del
ejercicio de 2019, de 0,04 euros en efectivo por acción, de los que 0,02 euros fueron abonados como dividendo a cuenta el 24 de diciembre de 2019, y 0,02 euros serán abonados complementariamente, a partir del 3 de abril. Con ello, la retribución total para el accionista del ejercicio 2019 supone un payout de en torno al 40% y una rentabilidad superior al 7,5% según la cotización del 26 de marzo de 2020.
También se ha aprobado el nombramiento de Mireia Giné como consejera independiente. Giné, que cubre la vacante dejada por Teresa Garcia-Milà, es doctora
en Economía, es experta en finanzas y gobierno corporativo, el entorno digital y las fintceh, y creadora y directora de la Warton Research Data Services, la plataforma digital de datos financieros y aplicaciones para la investigación más importante del mundo.
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