El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, insiste en su intervención en la junta general de accionistas, que se ha celebrado en Madrid de forma telemática, que aplicará la “máxima prudencia” a la política futura de dividendos, porque en la situación actual el mantenimiento de un alto nivel de solvencia “va a ser totalmente prioritario”. El objetivo de repartir 2.500 millones de euros entre los accionistas, que recogía el Plan Estratégico 2018-2020, lanzado en un contexto económico muy diferente, “queda condicionado al efecto que pueda tener esta crisis”.

«Nuestra política debe ser de máxima prudencia a la hora de fijar el dividendo de 2020”,  subraya. “En esa definición, que comenzará ya en los resultados correspondientes a este primer trimestre del año, les reitero que nos conduciremos con criterios de extrema prudencia”, ya que “uno de los puntos fuertes de nuestro banco es su alto nivel de solvencia, y mantener esa ventaja es prioritario”.

Plantear esta prudencia en el reparto de dividendos “es la mejor forma de anticiparnos a un entorno incierto y, además, es la mejor manera de tener un gran músculo financiero para ayudar y financiar nuestra economía, a las empresas y a las familias españolas”, argumenta Goirigolzarri.

“Nos encontramos ante una situación que está poniendo a prueba las costuras de nuestra sociedad y de nuestra convivencia, y es en estos momentos cuando todos debemos sacar lo mejor de nosotros mismos en términos de solidaridad, compromiso y responsabilidad individual”, señala el presidente de Bankia.

“El capital es el mejor seguro ante cualquier tipo de imprevisto, y es lo que permite a las entidades financieras desarrollar su operativa de una forma segura”, recalca. Bankia tiene una ratio del 13,02%, la más alta entre los grandes bancos españoles.

En este sentido, ha afirmado que “si bien es cierto que en el negocio bancario siempre es importante tener un balance saneado y capitalizado, esto es especialmente relevante ante momentos de gran incertidumbre como los que tenemos ahora por delante”.

Es “difícil predecir hasta dónde llegará el efecto y la duración” de la pandemia. Aunque “esta crisis no tiene nada que ver con la que soportamos en la década pasada”, las lecciones aprendidas “permitirán una gestión mucho más eficaz” en la actualidad. El presidente de Bankia destaca que el Banco Central Europeo (BCE) está reaccionando con rapidez y contundencia desde el primer momento, que España tiene ahora una estrategia de anticipación desde el punto de vista fiscal con un claro finalismo y el déficit público será reactivo, y que las ayudas a la economía son rápidas y de notable volumen.

“Todavía tenemos lagunas de respuestas, especialmente en Europa, donde hay falta de contundencia, armonización y solidaridad de la política fiscal”, reconoce José Ignacio Goirigolzarri. “Aunque el éxito, que es contener el impacto económico, no está asegurado, sí estamos reaccionando mejor y más rápido, lo que supone que, en esta ocasión, va a ser más factible lograrlo”, recalca.

Moratorias de seis meses

Bankia va a ofrecer moratorias de capital de seis meses en los créditos de consumo de particulares y autónomos afectados por la situación generada por el coronavirus, y también alargará hasta seis meses la moratoria en las hipotecas de los particulares que cumplan los requisitos contemplados en el Real Decreto del Gobierno, que estableció inicialmente el retraso en los pagos en un mes.

Estas medidas se unen a la adaptación de las condiciones de pago y nuevas líneas de financiación para autónomos, pymes y grandes empresas, a la flexibilización en el cobro de comisiones a los usuarios con los ingresos domiciliados y que estén sufriendo las consecuencias de la crisis, y a la decisión de no cobrar a los clientes del banco cuando saquen dinero en los cajeros de otras entidades con el objetivo de que se desplacen lo menos posible desde sus viviendas.

Liderazgo en solvencia

«El consejo de administración de Bankia considera que mantener el liderazgo en solvencia en estos momentos excepcionales es clave y prioritario y que, por tanto, la política de dividendos de la entidad debe ser de máxima prudencia», señala la entidad en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De este modo, Bankia ha revisado el objetivo de distribución de capital fijado en su plan estratégico para 2018-2020, renunciando a cualquier distribución de carácter extraordinario para el presente ejercicio. También anticipa criterios de extrema prudencia a la hora de definir el dividendo con cargo al ejercicio 2020.

Esta decisión no afecta a la remuneración de las participaciones preferentes eventualmente convertibles en acciones (Additional Tier 1) en circulación, que seguirá siendo pagada de acuerdo con el marco regulatorio y de supervisión vigente.

Bankia presentaba una ratio del 14,32%, lo que representaba un exceso respecto al nivel de requerimientos regulatorios de 507 puntos básicos, equivalente a más de 4.100 millones de euros de capital.

Esta medida, que se ha adoptado coincidiendo con la celebración de la junta ordinaria, permite a la entidad dotarse e de la máxima flexibilidad para afrontar las necesidades de financiación de las familias y empresas españolas en el incierto entorno actual.