El próximo viernes el ministro de trabajo publicará la estadística sobre evolución del paro registrado en agosto. La previsión de Valeriano Gómez, es que, con los datos de que dispone hasta ahora, crecerá, pero menos de lo que lo hizo en 2010 cuando la cifra de desempleados aumentó en 61.000 personas.

Existe, por tanto, una discrepancia sustancial entre la estimación del ministro, con los datos que le facilita el Servicio Nacional de Empleo, y los analistas privados. Ambos hablan de aumento del desempleo pero mientras el primero dice que será inferior al de 2010, los segundos hablan de una cifra claramente superior.

Para el ministro, el tradicional aumento el paro en agosto, que se produce de unos años a esta parte, se debe, sobre todo a ciertas prácticas empresariales de rescindir contratos en agosto, rehaciéndolos al mes siguiente, para de esta forma “no pagar las vacaciones a los empleados”.

Independientemente de este hecho, que puede ser cierto, el temor de algunos analistas sobre las cifras de empleo de agosto se refiere no tanto a la marcha del paro registrado como a la evolución de la afiliación a la Seguridad Social que ya este mes puede reflejar una caída y que puede acentuarse de manera evidente en los siguientes.

Para los analistas el problema procede del hecho de que la mayor parte del empleo generado en los últimos cuatro meses, que ha permitido reducir la tasa de desempleo de forma importante, lo ha sido sobre todo en el sector servicios y en actividades relacionadas con el turismo y la hostelería. Por las características de este sector se trata de empleo temporal que desaparece cuando termina la temporada turística, algo que empieza a ocurrir a partir de la segunda quincena de agosto, cuando buena parte de los turistas inician el regreso a sus países de origen y los españoles regresan a sus localidades habituales.

Si las cifras de desempleo y afiliación a la Seguridad Social no van a resultar buenas si se puede ser optimista en lo que se refiere a la cifra de inflación, que se conocerá esta semana, para este mes por varios motivos. El primero de ellos es que la escasa actividad productiva apenas genera tensiones de precios en la inflación subyacente, que sigue claramente por debajo del objetivo de inflación y que marca una tendencia a la desaceleración del índice general.

En segundo término, el menos crecimiento de la economía mundial, y el inicio de la salida del túnel en la revuelta libia han hecho que el precio del petróleo en los mercados internacionales se haya relajado en estas últimas semanas, lo que ha significado un abaratamiento de los precios de las gasolinas y gasóleos, que tienen un peso elevado en la composición del índice de precios al consumo.

Por último, agosto va a ser el primer mes en el que se empieza a eliminar el efecto ‘escalón’ que provocó en el IPC la subida del IVA del año pasado cuando pasó del 7% al 8% y del 17% al 18%. Esta subida generó un salto en la evolución de los precios de algunos bienes y servicios (gasolinas, electricidad, gas, tabaco….) mientras que en otros las empresas absorbieron la subida fiscal.  Ahora va a suponer bajar ese escalón que se ascendió en 2010.