El líder del PP, Pablo Casado, y su jefa de filas parlamentarias, Cayetana Álvarez de Toledo, han aprovechado la sesión parlamentaria del miércoles, 15 de abril (Telmo, Abundio y Teodoro en el santoral), para lanzar los muertos del coronavirus contra el Gobierno. “España es el país del mundo con más fallecidos por millón de habitantes y el que más sanitarios tiene contagiados”, espetó Casado al presidente Pedro Sánchez antes de pedirle: “Sea humilde, póngase la corbata negra y diga cómo pretende afrontar esta crisis”.
El jefe del Ejecutivo le contestó que siente a los fallecidos como suyos, manifestó que serán honrados en su momento y explicó que como consecuencia del confinamiento los españoles recuperarán la normalidad, “una nueva normalidad que ojalá fuera acompañada de una nueva forma de hacer política, que traiga el interés general antes del partidario. Ojalá nos encontremos en los próximos días en ese acuerdo tan necesario para nuestro país”. Se refería al pacto de la Moncloa para la reconstrucción económica y social que ha ofrecido.
Casado abundó en su crítica, acusó a los socialistas de llamarle “inútil, indigno, indecente, desleal…” “Son los piropos que me dedicaron por apoyar el estado de alarma”, dijo antes de afirmar que Sánchez no es de fiar: “De usted no se fía nadie”. Y, por supuesto, rechazó el compromiso de arrimar el hombro en un pacto de reconstrucción que, como dijo después Iñigo Errejón, exige una fiscalidad más justa. “Usted no es el Rey”, espetó Casado a Sánchez. “Si quiere pactar algo, hagámoslo con luz y taquígrafos. No nos venda su teatro de guiñoles”, remató antes de diferir los posibles acuerdos a la comisión del Pacto de Toledo, la Conferencia de Presidentes Autonómicos y otros mecanismos ya establecidos.
En vano el jefe del Gobierno insistió en la necesidad de unidad y lealtad de las fuerzas parlamentarias y explicó en respuesta a las portavoces de la CUP y de EH-Bildu, las medidas adoptadas de acuerdo con las autonomías para reforzar la red sanitaria y la realización de test, así como el escudo de ayudas públicas a trabajadores y empresas. Pues a renglón seguido, la portavoz Álvarez de Toledo, retomó el hilo de Casado y volvió a lanzar los muertos contra el Ejecutivo. “Toda la ciudadanía se pregunta por las cifras de muertos. Somos los primeros, somos los peores. Es una tragedia inconmensurable. ¿Por qué?”
Le contestó la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, apelando a la declaración de la OMS que sitúa a España como ejemplo de “respuesta unificada para luchar contrea el coronavirus”, a lo que replicó la portavoz del PP: “Si somos un ejemplo de unidad ¿para qué la piden ahora? El presidente alardea del número de test, una obra macabra, como el vicepresidente presentándose como un obispo bolivariano reivindicando el patriotismo. Encárguense de hacer llegar los test y cuéntennos el nombre de la empresa de los test falsos. Ustedes se jactan de ser la encarnación del Estado protector, pero no son capaces ni de contar a los muertos”.
La ministra de Hacienda, sorprendida de que Álvarez de Toledo ni siquiera se fíe de los datos de fallecimientos que facilitan las autonomías en las que su partido gobierna, le replicó: “Su discurso no lo merece un país que está confinado para salvar vidas. Usted está en una competición con los líderes de Vox, sólo suelta adjetivos, no sustantivo, no tiene sustancia en su intervención, sólo expresa rencor”.
Pero no sólo de los muertos, sino también del dolor de las familias de las más de 18.000 personas fallecidas hasta ese momento (15 de abril) responsabilizó también el PP al Gobierno. Y así, el adjunto de Casado, Teodoro García Ejea, cargó contra el vicepresidente Pablo Iglesias, acusándole de “reirse” de coronavirus. “No son picos ni curvas, son españoles que mueren sin la compañía de sus seres queridos, y usted es responsable. ¿Qué responsabilidades asume el vicepresidente segundo por la gestión de esta terrible crisis que le ha costado la vida a miles de españoles?” La respuesta de Iglesias fue escueta: “Asumo toda la responsabilidad. Y en la modesta responsabilidad que me toca, evitar que se salga de esta crisis sin proteger a la ciudadanía”. A Egea le supo a poco. “Lo vi conmovido por Excalibur, el perro del ébola, pero no he visto ni un solo gesto de luto por los 18.000 muertos. Los aplausos de las ocho no son precisamente para ustedes”. Iglesias evitó responder con la moneda de la inquina y se limitó a pedir el compromiso del PP con el pacto ofrecido por Sánchez para la recuperación social y económica. Y ya en respuesta a Gabriel Rufián manifestó la voluntad firme de aplicar un escudo protector para que esta crisis no la paguen exclusivamente las clases medidas trabajadoras como ocurrió con la quiebra del sistema financiero.
En este sentido, su antiguo compañero en Podemos, Errejón, planteó a la titular de Hacienda la conveniencia de aplicar una “tasa coronavirus” a los más ricos. Explicó que la fiscalidad española es 7,5 puntos inferior a la media de la UE, lo que, según dijo, representa 80.000 euros menos de recaudación, de modo que sería justo, equitativo y progresivo que quienes ganan más de 100.000 euros pagasen un punto mas y que se incrementara un 1,5% el impuesto del patrimonio. La minsitra Montero evitó asumir o rechazar la propuesta. El pleno comenzó con una glosa de la figura del que fuera presidente del Congreso, Landelino Lavilla, por parte de la presidenta Batet y con un minuto de silencio por él y por el exministro y exdefensor del Pueblo Enrique Múgica, también fallecido.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.