¿Cómo está afectando el Covid-19 a la inversión temática?

16/04/2020

David Docherty (Schroders). "Creemos que los temas de inversión más influyentes y duraderos son aquellos en los que el ingenio humano fomenta la innovación para abordar las disrupciones del mundo".

Hemos identificado ocho temáticas que creemos que podrían transformar el mundo, pero ¿cómo les está afectando la crisis del coronavirus?

Desde Schroders creemos que los temas de inversión más influyentes y duraderos son aquellos en los que el ingenio humano fomenta la innovación para abordar las disrupciones del mundo. Estos desequilibrios pueden ser entre poblaciones y recursos, o entre la oferta y la demanda en industrias individuales.

Como todos sabemos, la necesidad es la madre de la invención. Mientras que el coronavirus sume al mundo entero en la confusión, el ingenio y la innovación están uniendo fuerzas para hacer frente a la enfermedad y adaptar el trabajo y la vida familiar a un nuevo conjunto de realidades económicas, políticas y sociales.

Actualmente, el Covid-19 está exacerbando las tensiones existentes entre las poblaciones y los recursos, dislocando la relación entre la oferta y la demanda en innumerables industrias.

Teniendo esto en cuenta, examinamos el impacto de esta crisis en los ocho temas de inversión que creemos que tienen el potencial de transformar el mundo en el que vivimos:

  1. Innovación sanitaria
  2. Fabricación inteligente
  3. Cambios en los estilos de vida
  4. Disrupción
  5. Ciudades globales
  6. Cambio climático
  7. Transición energética
  8. Crecimiento sostenible

La crisis pone de relieve la importancia de la innovación sanitaria

Sin duda, el centro de esta tragedia es la prestación de servicios sanitarios. En respuesta, se están concentrando esfuerzos para desarrollar una vacuna lo antes posible. Las compañías terapéuticas con experiencia en ARN han sido las primeras en trabajar en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus. A su vez, los gobiernos y el sector privado están buscando soluciones para tratar a los pacientes con coronavirus, así como a aquellos que necesitan atención médica debido a otras enfermedades. Todo ello en un entorno en el que los hospitales están saturados.

Esta pandemia pone de relieve la importancia que tiene para la sociedad la innovación en materia de atención sanitaria, ya que los países tratan de prevenir y curar las enfermedades al tiempo que se enfrentan a problemas demográficos y presupuestarios. Por ello, a la hora de elaborar una estrategia de inversión, pensamos que la ciencia y la tecnología serán cruciales a medida que las empresas aprovechen los datos, la potencia de computación y los conocimientos médicos para alcanzar estos objetivos.

Creemos que esto impulsará el desarrollo de terapias avanzadas, tecnología médica y servicios de atención sanitaria. Además, se impulsará la atención sanitaria digital, donde la tecnología en forma de «telesalud» ha demostrado su valor durante esta crisis como medio para hacer que la prestación de servicios sanitarios sea más reactiva y eficiente.

A medida que los Gobiernos se den cuenta de su vulnerabilidad a las pandemias, intensificarán el gasto en atención sanitaria.

La fabricación inteligente es esencial, ya que la demanda fluctúa

En medio del duro golpe a la demanda y la oferta que ha experimentado la economía mundial, los fabricantes también tienen que innovar. Esperamos ver a las compañías desarrollando líneas de suministro local junto a sus redes globales existentes, mientras que la inversión en análisis de datos será imperativa para entender y gestionar la volátil demanda y la interrupción de las adquisiciones en el futuro.

También se invertirá en fabricación inteligente como, por ejemplo, en la impresión en 3D, la automatización robótica, sensores y controles y materiales avanzados como compuestos ligeros. Las empresas aprovechan las innovaciones en hardware, software y materiales para ofrecer una mayor agilidad.

No obstante, pese a que en el corto plazo los fabricantes se enfrenen a grandes retos, la disrupción causada por el coronavirus demuestra la importancia de la innovación en la fabricación para garantizar la capacidad de respuesta y la productividad en cualquiera de los contextos.

El comercio electrónico y el bienestar son tendencias en alza

Mientras que las empresas responden a los desafíos del virus, los consumidores están utilizando el ingenio para adaptarse a esta nueva situación. Las compras online ya estaban en alza, pero ahora la mayoría de consumidores realiza la compra a través de internet. Además, es muy probable que también se den de alta en otras plataformas y aplicaciones una vez haya pasado la crisis.

Del mismo modo, la temática enfocada en el bienestar también se intensificará a medida que las personas tomen mayor conciencia sobre los beneficios de llevar una vida más sana. Esto supondrá un mayor gasto de tiempo y dinero.

El deseo de los consumidores de tener experiencias como el turismo y los eventos en vivo ha sido claramente detenido por el coronavirus. No obstante, creemos que estas actividades se reanudarán muy rápido cuando todo vuelva a la normalidad. Del mismo modo, el consumo de bienes de lujo también se ha frenado, pero ya se habla del «consumo de venganza» en China, ya que los consumidores más jóvenes compran productos de prestigio en zonas donde las restricciones de movilidades no son tan estrictas.

La disrupción da lugar a respuestas innovadoras

Podemos afirmar que, aunque el coronavirus está alterando nuestro día a día, estamos respondiendo con innovación para hacerle frente. La relación entre disrupción e innovación es fundamental, ya que pensamos que la inversión en este ámbito perdurará más allá de esta crisis.

La forma de trabajar, por ejemplo, ha cambiado claramente gracias al teletrabajo. De hecho, el trabajo a distancia se convertirá en una característica permanente para muchos de nosotros. En este contexto, las empresas que facilitan esta práctica o las que apuestan por el software verán impulsadas sus perspectivas de crecimiento a largo plazo, incluso después de que se haya estabilizado el actual aumento de la demanda.

Asimismo, la situación de confinamiento ha creado la necesidad de unirse a plataformas de vídeo interactivas para socializar online. Esta forma de comunicación se convertirá en una parte rutinaria de nuestras vidas. A su vez, otra tendencia que se ha visto acelerada por el virus ha sido el pago a través de sistemas electrónicos.

En general, una poderosa convergencia de tecnologías como la inteligencia artificial, la computación cuántica y el Internet de las cosas impulsará innovaciones disruptivas en la tecnología financiera, las comunicaciones y muchas otras industrias durante esta crisis. Pero, lo más importante es que permanecerán una vez esta crisis se haya resuelto.

Las tendencias actuales de uso del suelo urbano se aceleran en las ciudades mundiales

Otra temática disruptiva es la urbanización, a pesar de las indudables presiones que el coronavirus ejerce sobre las autoridades metropolitanas.

A corto plazo, el virus ha acelerado varias tendencias existentes en el uso del suelo urbano. El aumento de la demanda de datos subraya claramente la importancia de centros de datos que apoyen la infraestructura informática de las ciudades. A su vez, el reto sanitario favorecerá el desarrollo de los centros de investigación médica, a medida que las empresas de biotecnología innovadoras reaccionen ante las nuevas prioridades sanitarias.

Por otra parte, el aumento, a largo plazo, del teletrabajo fortalecerá los retos a los que se enfrenta el sector inmobiliario de oficinas. Para las empresas minoristas de real estate, el reciente aumento de las compras online es un recordatorio de la importancia de adaptar sus operaciones para explotar la oportunidad a largo plazo del comercio electrónico.

El trabajo a distancia tiene un impacto positivo en el cambio climático

La crisis sanitaria ha sacado de las portadas la problemática del cambio climático. Sin embargo, es muy posible que el 2020 marque el punto de inflexión en el que el sector empresarial se dé cuenta de que puede hacer más con menos viajes. En este sentido, acostumbrarnos a las reuniones y conferencias virtuales podría ser un efecto secundario de la crisis positivo para el medioambiente.

Es cierto que los bajos precios del petróleo no incentivan la descarbonización. Sin embargo, esperamos que las medidas fiscales de los gobiernos estén alineadas con sus prioridades en la lucha contra el cambio climático. Las implicaciones políticas de esta lucha afectarán a casi todas las industrias, un hecho que tendremos en cuenta a la hora de invertir en empresas que se beneficien de los esfuerzos para mitigar o adaptarse al cambio climático.

La transición energética sigue siendo una temática de inversión a largo plazo

Con este telón de fondo, la inversión a largo plazo en la transición energética sigue firmemente encaminada a medida que continúa el paso de los combustibles fósiles a la energía renovable.

Si bien las empresas de energía solar residencial impulsadas por los consumidores pueden ver una caída a corto plazo de la demanda de los clientes durante esta crisis, la cadena de suministro de la transición energética es amplia. Estimamos que se necesitarán 120 billones de dólares de inversión en ella para 2050 y buscamos aprovechar las oportunidades en toda esta cadena de valor en la generación, transmisión y distribución de energía renovable, el almacenamiento y la eficiencia energética.

A medida que las nuevas tecnologías, la demanda de los consumidores y los cambios políticos y normativos impulsen estas inversiones, la transición energética es un tema que creemos que seguirá siendo poderoso y persistente en los próximos años.

El trato justo de todos los públicos de interés (stakeholders) es fundamental para el crecimiento sostenible

Esta persistencia se aplica a la sostenibilidad en su sentido más amplio y el coronavirus es un claro recordatorio de la importancia de establecer relaciones sólidas entre las empresas y sus stakeholders, entre los que se encuentran sus empleados, proveedores, clientes, reguladores y accionistas. Todos están viéndose afectados, de algún modo, por la enfermedad. Estas relaciones se encuentran en el centro de la filosofía que subyace a nuestras inversiones sobre el crecimiento sostenible y su buen funcionamiento será fundamental si queremos navegar con éxito por esta crisis.

Como el momento adverso en el que nos encontramos fortalece estas relaciones, creemos que la sociedad y el medio ambiente se retroalimentarán en el futuro. Por tanto, creemos que el ingenio humano fomentará la innovación para abordar todos los desequilibrios a los que nos enfrentaremos; sin duda, un factor que tenemos muy en cuenta a la hora de realizar nuestras estrategias de inversión temáticas.

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