La grave e inesperada crisis que atraviesa el sector aéreo por la pandemia del coronavirus ha modificado planes y proyecciones de las compañías afectadas, que tendrán que recurrir al apoyo del Estado. Y una operación que podría verse afectada es la compra de Air Europa por Iberia que se pactó por 1.000 millones de euros.

El panorama actual es muy diferente, tanto por las finanzas de las aerolíneas -que priman contar con liquidez para hacer frente a meses de escasa demanda- como por el valor de la adquisición. Las perspectivas para la compañía de Globalía son muy diferentes de las que tenía hace pocos meses, así como su interés estratégico. Entonces, Iberia casi arrebató a Air Europa a Air France-KLM, grupo interesado en las aportaciones de la aerolínea de la familia Hidalgo.

La operación está aún en manos de las autoridades de la Competencia de la UE, y en función del dictamen la transacción puede ir por un camino o por otro. Si Iberia decide echarse atrás tendrá que alegar causas solventes para evitar problemas, como son unos requisitos muy duros por Bruselas; también existe una cláusula de pago de 40 millones de euros a los propietarios.

Si bien argumentos ante eventuales litigios no la faltan a Iberia. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha elevado  las previsiones de pérdidas para el sector de transporte aéreo de pasajeros, que alcanzarán los 314.000 millones de dólares en 2020 ante el impacto del coronavirus.  La previsión afecta a IAG, matriz de Iberia, British Airways y Aer Lingus, entre otras, que tiene la mayoría de sus aviones en tierra. La asociación prevé una caída del tráfico de pasajeros del 48% este año respecto al pasado, que impactará en los resultados financieros de las compañías aéreas.