Aunque este año el Día del Libro va a ser diferente y tampoco vamos a emprender demasiados viajes durante los próximos meses, podemos viajar desde casa a través de la literatura. Es tiempo de desplazarnos con la imaginación y de rememorar sucesos que nos lleven a descubrir lugares especiales. Hoy descubrimos el Algarve a través de historias del pasado y de personajes novelescos.
Desde los libros de historia. Donde el mundo se acababa… El cabo de San Vicente es uno de los lugares más emblemáticos de la Península Ibérica. Porque allí, en el punto más occidental de Europa, estaba el mismísimo fin del mundo. Una creencia que se mantuvo entre los primeros pobladores, dotando al lugar de un fuerte componente ritual y religioso, que se fue heredando de civilización en civilización. Ya en la Edad Media, el cabo de San Vicente fue lugar de peregrinación, porque allí, en el siglo VIII, se ubicaba la tumba del mártir San Vicente (que en el XII sería trasladado a Lisboa). El infante Don Henrique eligió estas tierras de los confines para construir su famosa Escuela de Navegación, que llevó a los portugueses a descubrir nuevos mundos y vivir uno de los capítulos más gloriosos, prósperos y florecientes de la historia de Portugal. En la actualidad quien lo visita encuentra un fascinante paraje natural, con bellos atardeceres, y una inmensa construcción: la fortaleza del Cabo de San Vicente. En el interior encontramos el famoso faro de San Vicente.
De piratas y aventuras. Quien no ha oído hablar del pirata Francis Drake… Uno de los corsarios ingleses más célebres, quien protagonizó en estas costas una de las historias que ha perdurado a través de los siglos. El ataque del corsario a las costas del Algarve se enmarca en el contexto de la guerra anglo-española. En 1587, Francis Drake dirigió una expedición militar hacia el sur de la Península Ibérica y atacó a la Armada Española amarrada en la bahía de Cádiz. Siguió su destructor camino y llegó hasta el Algarve, donde saqueó varios puertos y destruyó fortalezas, en su viaje hacia Lisboa. Por el camino Drake dañó la fortaleza de Sagres, la del cabo de San Vicente y la ciudad de Lagos, hoy destino turístico de primer nivel, con playas muy conocidas y antaño uno de los centros mundiales de comercio de productos exóticos y especias. De los años pujantes de Lagos la ciudad conserva interesantes monumentos históricos, como las murallas o el mercado de esclavos, uno de los edificios más antiguos de la ciudad, que actualmente alberga un museo. En cuanto al puerto, hoy muestra la carabela Buena Esperanza, una réplica fiel de las del siglo XVI que utilizaron los marinos portugueses en los viajes de exploración del Atlántico y las costas africanas.
Más hacia el sur, en el entorno de Sagres y antes de llegar al cabo de San Vicente, se encuentra el escenario de una de las playas más conocidas del Algarve, Beliche. Un entorno de arena blanca y aguas de color turquesa. Es uno de los rincones más paradisíacos de la zona. Su belleza ha permanecido intacta con los siglos. Tradicionalmente era una playa de pescadores. En nuestros días la pesca es uno de sus pilares económicos y uno de los ingredientes principales de su rica gastronomía.
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