La Encuesta de Población Activa (EPA) no está pensada para recoger las circunstancias de un shock como el que supone la llegada de coronavirus y las medidas de confinamiento. Y aún así la encuesta recoge la mayor pérdida de ocupación en un primer trimestre desde 2013, con 285.000 empleados menos. Una subida del paro de 120.000 personas. Un crecimiento sin precedentes en el número de inactivos (por efecto estadístico). Y una profundísima caída en el número de horas trabajadas, según se recoge en los datos publicados hoy martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La encuesta de población activa es una encuesta que se realiza habitualmente durante 13 semanas. Y que ofrece finalmente una media de esas 13 semanas, con datos de ocupación, paro y actividad.

Sin embargo en esta ocasión, la llegada del coronavirus y las medidas tomadas para detener la pandemia, en especial el confinamiento de la población y el cierre de comercios, han alterado los resultados de la encuesta. Por un lado han interferido las entrevistas presenciales. Y por otro, han mezclado los datos de una situación de normalidad, como fueron los dos primeros meses, con los de una situación de shock, especialmente a partir del 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma.

Aun así, los resultados de la EPA reflejan una caída en el número de ocupados de 285.600 personas, sin precedentes en un primer trimestre desde 2013. Y una subida del paro de 121.000 personas, que duplica de largo la subida del año pasado.

Estos datos sin embargo no recogen fielmente ni siquiera los efectos de las dos o tres semanas afectadas por la Covid-19. Según advierte el INE, los afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) no quedan recogidos en la destrucción de empleo (a no ser que duren más de tres meses). Por otro lado, buena parte de los parados, al no poder salir de casa a buscar empleo, tampoco se contabilizan como tales, sino como inactivos.

Así, la encuesta refleja un una caída de casi 165.000 activos en el primer trimestre, casi cuatro veces más que en el mismo período del año pasado.

Sin embargo, el batacazo sí queda reflejado en las horas trabajadas, que, al recoger a los afectados por ERTE, caen un 4,5% en el trimestre.

Mayor caída de la actividad desde 2013

Aun así, el zarpazo del coronavirus sobre el mercado de trabajo queda reflejado, siquiera parcialmente, en una caída de 285.600 ocupados con respecto al trimestre anterior, la mayor desde el año 2013, y el triple que el año pasado en igual período.

La mayor parte de los ocupados se pierden en el sector privado. Y es especialmente intensa entre quienes presentaban un contrato temporal, casi el 90% del total.

Todos los sectores, salvo la industria, pierden ocupación en el trimestre. Y destaca, en datos anuales, los casi 55.000 ocupados menos de la agricultura.

Las mayores pérdidas de ocupación se registran en Baleares, Comunidad Valenciana y Andalucía.

¿Parados o inactivos?

La crisis del coronavirus también ha distorsionado la encuesta sobre paro. Por un lado, el desempleo sube en 121.000 personas, triplicando casi el registro del año pasado con relación al trimestre anterior. Y eso que buena parte de los nuevos parados, por un efecto estadístico, no quedan reflejados como tales, sino como inactivos.

Debido al confinamiento, los parados no pueden cumplir con las condiciones de búsqueda activa de empleo que se imponen para ser clasificados como activos. Una circunstancia que refleja la encuesta con 257.000 nuevos inactivos con respecto al cuarto trimestres, casi el doble que el año pasado. Y que es “probable”, advierte el INE, que se correspondan en realidad con parados.

Con ello, quizás temporalmente, se interrumpen de golpe casi dos años de crecimientos ininterrumpidos en la tasa de actividad, que cae al 0,7% anual frente al 1,3% del cuatro trimestre.

Por su parte, fruto del golpe, la tasa de temporalidad desciende bruscamente 1,1 puntos, hasta situarse en el 25%.

En cuanto a la variación anual de la tasa de empleo, este se reduce casi a la mitad, hasta el 1,1%. Mientras, la tasa de paro aumenta seis décimas desde el cuarto trimestre, hasta el 14,4%. Y el número total de parados supera los 3,3 millones.

Finalmente el número de activos cae por debajo de los 23 millones. Y la tasa de actividad se sitúa en el 58,2%.

El descenso de las horas efectivas trabajadas – que sí recoge el efecto de los ERTE – sufre una caída “importante” del 4,25%, como nunca desde 2009 para un primer trimestre.

El número de hogares con todos sus miembros en paro aumenta en 60.000, hasta superar los 1,07 millones.