El calendario diseñado por el Banco de España llega a su fin para la mayor parte de las entidades de ahorro que tienen un déficit de recursos propios. El 30 de este mes es la fecha tope, aunque se puede pedir una prórroga en casos específicos, para que todas ellas cumplan con los mínimos exigidos (10% de capital base si quieren seguir como entidades sin capital privado, o el 8% si abren su accionariado al menos en un 20% a inversores privados) desde la pasada primavera.

Son seis los grupos de cajas que se encuentran en esta situación. Algunas de ellas, como BMN y Liberbank han expresado su intención de cotizar en bolsa para completar el capital que les falta y otras como la caja gallega optan por una fórmula mixta, encontrar accionistas privados que cubran una parte del capital exigido y recurrir al FROB por el resto de forma que éste no tenga la mayoría en ningún caso.

Otras como Caja España-Duero terminan de negociar la fusión con Unicaja, lo que proporcionaría a la nueva entidad un capital base superior al 10% y por lo tanto no obligaría ni a acudir al FROB ni a la iniciativa privada. Algo parecido estudia en estos días Unnim, la fusión de varias cajas de ahorros catalanas de pequeño tamaño, para eludir también la entrada del FROB, que implicaría la toma de la mayoría del capital.

Por último Catalunya Caixa, la mayor entidad de todas las incursas en esta situación, tiene claro que recurrirá a los fondos públicos porque entiende que su situación le impide tratar de conseguir fondos privados en la cuantía suficiente para cumplir las exigencias y entendiendo que la presencia del FROB será temporal, ya que esta es la filosofía del organismo y que en un periodo de tiempo relativamente corto podrá recuperar su independencia.

El caso de la CAM, intervenida por el Banco de España tras la salida a bolsa de Bankia y Banca Cívica, es distinto en cuanto que sus administradores provisionales están intentando conocer cuál es la situación real de la entidad, valorarla y sacarla a subasta lo antes posible para cederla a un tercero que se encargará de gestionarla a partir de entonces.

El problema que subsiste es que sigue sin saberse cuál es el valor real de las entidades necesitadas de nuevos recursos lo que impide, o al menos dificulta enormemente, la entrada de capital privado que complete el ya existente. El cálculo del valor se puede hacer por vía indirecta, en función de cómo se valoraron en su momento tanto Bankia como Banca Cívica a la hora de salir a cotizar pero no deja de ser una mera aproximación. En las próximas semanas se supone que el FROB tendrá una idea exacta de lo que supondría en porcentaje de capital su aportación a cada una de las entidades  en el caso de que tuvieran que poner todo lo que éstas  necesitan.

El 10 de septiembre es la fecha límite para que las entidades que puedan, soliciten una prórroga para cumplir los requisitos de capital. Prórroga de tres meses que pueden llegar a seis (es decir hasta marzo de 2012) si se demuestra que el objetivo es salir a cotizar en bolsa y que por motivos ajenos no es posible hacerlo antes. En ese caso están tan solo BMN y Liberbank. BMN ha registrado el folleto de salida en la CNMV, con lo que ha cumplido un trámite previo.

La primera negocia la incorporación de inversores privados, con algunos tendrían ya firmados compromisos firmes de hacerlo, y la segunda ha visto trastocada toda su estrategia al tener que romper la fusión que habían pactado con la CAM. Cuando eran cuatro cajas tenían un plan de negocio y desarrollo y al ser tres, y perder una de las grandes ‘patas’ del grupo, han debido reorientar su actividad.