Telefónica ultima una alianza que será, si se cierra con éxito, la operación más importante desde que Álvarez-Pallete ocupa la presidencia de la operadora española. Será la fusión de su filial británica O2 con Virgin Media, división en Reino Unido de Liberty Global, el grupo del empresario John Malone. Una operación ambiciosa que cambiará el panorama del sector de las telecomunicaciones en Reino Unido

O2 da a Telefónica una posición relevante en uno de sus mercados clave, si bien la fuerte competencia obliga a operaciones corporativas que aporten sinergias. Lo intentó con la teleco de Hong Kong Hutchison, pero las autoridades de la competencia de la UE echaron para atrás la transacción. Ahora será previsiblemente Reino Unido quien se tenga que pronunciar, si eso no compatible con la competencia.

La fórmula exacta de la integración no se ha hecho publica, pero los analistas estiman que será a través de la creación de una joint venture, en la que el poder estará repartido al 50%. Cuando aún no se han cerrado los informes se cifra en cerca de 30.000 millones de euros en valor empresa de la resultante, es decir incluida la deuda. Aunque tanto O2 como Virgin Media cuentan con un valor similar, ésta última tiene la deuda más elevada por lo que Telefónica podría beneficiarse se una aportación de Liberty Global.  Bank of America calcula que recibiría 8.700 millones de euros; Deutsche Bank estima que se elevaría a 8.500 millones.

Si bien se trata de aspectos básicos para analizar las características y efectos de la operación, lo que más destacan los expertos son las consecuencias estratégicas. ¿Son ambas complementarias? En varias áreas lo son: O2 es básicamente una operadora de móvil, que necesita realizar cuantiosas inversiones en el desarrollo de la tecnología 5G, mientras que Virgin es una empresa de cable, que facilitaría los despliegues de O2.

Y como la estrategia de las operadoras consiste en ofrecer el mayor número posible de prestaciones a los clientes, la empresa resultante mejorará su posición en el mercado, compitiendo con BT, mientras que Vodafone se queda más centrado en el móvil y Sky y TalkTalk en la banda ancha.