La directora general del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), Rosa Díaz, afirma en una masterclass online dentro del programa STEM Talent Girl que uno de los desafíos es “mantener el equilibrio entre la dependencia tecnológica, el compromiso y la madurez” en la seguridad en Internet. Las pymes deben reforzar sus planes de contingencia y continuidad, políticas de seguridad, procedimientos y buenas prácticas.

«La preparación y formación del personal de las empresas es esencial para hacer frente a las amenazas”, señala Díaz, que destaca la labor de concienciación, pues es evidente que “el usuario es una de las principales vías de generación de incidentes dentro de una empresa”.

La directora general del Incibe subraya que la ciberseguridad no requiere de grandes desembolsos económicos, especialmente en empresas de menor tamaño. De hecho, la prevención es más rentable que la mitigación de los efectos que puede acarrear un incidente de seguridad.

“Nuestra vida es totalmente digital”, afirma. Mientras que “antes era suficiente con proteger los equipos de sobremesa de las oficinas, poniendo el foco en el perímetro de las empresas, hoy la tecnología nos ha abierto las puertas de la movilidad en general y podemos trabajar desde cualquier parte, lo que aumenta el riesgo ante distintos tipos de ataques que solo pueden ser remediados con soluciones avanzadas de ciberseguridad”, subraya Rosa Díaz.

Cada año crece el número de compañías que se ven afectadas por algún incidente de seguridad, por lo que es primordial que las empresas incorporen la ciberseguridad en sus procesos de negocio.

Debido al confinamiento, se ha producido un incremento del uso de las tecnologías, tanto particular como profesional. Pero el resultado de esta prueba en conjunto es positivo, señala la directora general del Incibe, que recuerda el lanzamiento de la campaña #CiberCOVID19, con la que se pretende ayudar a los ciudadanos y a las empresas a mejorar su ciberseguridad, aportando consejos y soluciones, no solo en materia de teletrabajo, sino también ayudando en la protección de los datos y en facilitar formación para todos los colectivos.

«Una organización protegida es una organización responsable y no solo por sus propios intereses, sino también por los de sus clientes, proveedores o socios”, subraya la directora general del Incibe.  Además de la concienciación, es imprescindible que las empresas aprendan a gobernar su seguridad de forma eficiente, adoptando un enfoque de gestión de riesgos.

«España cuenta con una gran industria de ciberseguridad que dispone de los mejores profesionales para dar respuesta a las necesidades de cada compañía”, resalta Rosa Díaz.