«El desempeño operativo del primer trimestre fue sólido, pero los impagos fueron muy elevados debido a dos registros excepcionales de clientes (460 millones) y al aprovisionamiento para sectores afectados por el Covid-19 y los precios del petróleo (511 millones)», indicó Robert Swaak, consejero delegado de ABN Amro.
Los ingresos operativos del banco holandés sumaron 1.924 millones de euros entre enero y marzo, lo que representa una caída del 7,5% en comparación con el mismo periodo de 2019.
Los ingresos por intereses netos de la entidad cayeron un 2,9%, hasta 1.527 millones de euros, mientras que los ingresos por comisiones aumentaron un 11%, hasta 438 millones.
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