Bulimia política

14/05/2020

Luis Sánchez-Merlo.

La apetencia de Federica Mogherini (FM) por el rectorado del Colegio de Europa (CdE) merece una foto fija: el apetito desordenado de los políticos. Si no de todos, de casi todos.

El Colegio de Europa, fundado en 1949 por Salvador de Madariaga, Winston Churchill, Paul-Henri Spaak y Alcide De Gasperi, es un prestigioso centro de formación, vivero de funcionarios de la UE, con sede en Brujas (Bélgica), que cuenta con un staff permanente de 40 personas y 100 profesores visitantes.

La institución, que imparte masters en diversas materias, con honorarios de 25.000 euros anuales (que cubren matrícula, alojamiento y manutención), está en el proceso de reclutamiento de un nuevo Rector, cuyo mandato comenzará el próximo 1 de septiembre.

El pasado año, treinta personas se presentaron al anuncio del empleo, que exigía: «tener la nacionalidad de un país europeo y acreditar cualidades académicas sustanciales en el ámbito de los estudios europeos, experiencia en la administración y gestión de una estructura académica de cierta complejidad, y ser capaces de combinar la búsqueda de la excelencia académica a nivel internacional con una sólida gestión presupuestaria».

El rectorado es un trabajo a tiempo completo, lo que excluye el ejercicio de cualquier otra actividad profesional o académica.  Requiere residencia permanente en Brujas y presencia regular en Natolin (expansión polaca del CdE).

La más relevante candidata a ocupar la silla curul es Federica Mogherini (FM), durante cinco años jefa de política exterior de la UE y vicepresidenta de la Comisión Europea, que terminó su mandato en ésta en noviembre del año pasado.

Su candidatura ha provocado una protesta entre antiguos alumnos, profesores del Colegio, funcionarios de la UE (“no está cualificada para el puesto, no cumple los criterios establecidos para el mismo y se presentó a la carrera meses después de la fecha límite del pasado 30 de septiembre”) y miembros –verdes- del Parlamento Europeo (“la falta de experiencia de la candidata va en detrimento tanto de la igualdad de oportunidades en la contratación como de la independencia de la institución»).

Los muñidores de esta candidatura serían, según los indicios disponibles, Herman Van Rompuy; político flamenco, astuto y difícil wet cloth (“trapo húmedo”), ex presidente del Consejo Europeo y ex primer ministro de Bélgica, en la actualidad presidente del consejo de administración del CdE, que sustituyó en este cargo al español, Iñigo Méndez de Vigo; y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Un dato interesante a tener en cuenta es que la mitad del presupuesto del Colegio proviene de la Unión Europea.

Según parece, Van Rompuy no habría quedado satisfecho con ninguno de los candidatos y habría buscado nombres adicionales. En este caso, una ex Comisaria en busca de ocupación.

Y aquí es donde empieza a corretear el mecanismo de apoyo de los políticos (“hoy por ti, mañana por mi”) quienes, como los pilotos de F1, siempre son los mismos, intercambiándose favores  y disputando los golosos premios de los circuitos en liza.

No hay que olvidar que en este caso estamos, para algunos, ante lo que debe ser un rector político del Colegio de Europa, alguien bien conectado en Bruselas, un buen operador en los pasillos del poder. Y de hecho, los rectores del CdE tuvieron, hasta 2001, ese perfil. Pero no desde entonces.

Mogherini tiene una licenciatura en Ciencias Políticas por la Universidad La Sapienza de Roma y es doctora honoris causa por la Universidad de Tampere. Con posterioridad, diputada del Partido Democrático de la Izquierda, por Veneto y Emilia Romagna, fue ministra de Asuntos Exteriores de Italia durante ocho meses.

Luis Sánchez-Merlo

Un profesor visitante del CdE (Mogherini tiene también este status en el Departamento de Relaciones Internacionales y Estudios Diplomáticos de la UE del Colegio) ha dejado sentado: «Nunca ha dirigido una estructura académica (compleja o no)». Esta es la principal objeción de quienes ven con aprensión esta candidatura, y estiman que no cumple los criterios estipulados y oficiales.

Pero es conveniente mencionar que FM cuenta con activos no despreciables. Su principal logro como Mrs Pesc fue el acuerdo nuclear con Irán, a mediados de 2015, en el que tuvo una participación muy significativa, y, por otra parte, si llegara a ser nombrada, sería la primera mujer en ser rectora del CdE.

La objeción a la idoneidad de Mogherini para el cargo se produce después de los fiascos de los últimos 18 meses – formación de diplomáticos de Arabia Saudita y denuncias de acoso sexual- en los que la falta de transparencia y los errores de comunicación agravaron el problema inicial.

Cuarenta ex alumnos han firmado un llamamiento para que el CdE “se atenga a los mismos valores que espera de sus profesores y sus estudiantes, incluido el respeto de las garantías procesales y el estado de derecho, y un compromiso con la transparencia y la responsabilidad”.

A la espera de ver qué sucede con un proceso a punto de concluir, una vez más nos topamos con el apetito insaciable de quienes han convertido la función pública, más exactamente la política, en un abrevadero sin fin, a semejanza de los organismos que se reproducen por esporas, ya que son los mismos actores, en circuito cerrado, los que se protegen, se ayudan y prolongan el momio hasta el infinito.

Nota de transparencia: He cursado estudios de postgrado en el Colegio de Europa. Master en European Legal Studies. Promoción Winston Churchill (1970-71)

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