Se acabó la rutina. Despertador, ducha, trayecto a la oficina, café con los compañeros, reuniones presenciales, conexión digital con el servidor de la sala contigua… Ahora, una buena parte de la fuerza laboral del país está trabajando desde casa, los que podían adaptarse a hacerlo por sus profesiones y sus circunstancias. Y todo indica que esta situación puede durar todavía un tiempo, ya sea de esta manera o de otras más atenuadas: con opciones mixtas entre teletrabajo y presencial. Porque sin duda se ha producido una transformación en la relación entre trabajador y empresa. El modelo ha cambiado, a la fuerza y sin posibilidad de elegir, sí. Es un viaje sin posible retorne.

Ahora, más que nunca, es fundamental que se preste atención y se cuide el bienestar de los empleados, físico, psicológico y económico. De su compromiso con los objetivos y valores de la empresa depende la productividad; de su voluntad y profesionalidad, la supervivencia del negocio en el mercado. Cómo lo afrontemos desde las empresas y desde la sociedad será fundamental para que, entre todos, podamos superar la incertidumbre económica que está afectando a todo el país.

Un paraguas más flexible y humano
¿Por dónde empezar? Una vez resuelto lo más evidente: las infraestructuras físicas y herramientas, para que todos puedan desarrollar su labor (ordenadores, conexiones seguras, aplicaciones, etc.) hemos de atender también a una serie de premisas, que ya estaban en el aire desde hace tiempo. Son premisas que han revolucionado la cultura laboral y que no están dispuestos a obviar los nuevos trabajadores —con antigüedad en la empresa o a punto de formar parte de ella— pues todos han pasado por una pandemia:

♦ Flexibilidad para conciliar. Sería la primera premisa, entendida como una ordenación personal e individual de la jornada laboral, tanto en número de horas como en el momento en que se realizan. Ya hay estudios que demuestran, por ejemplo, que la jornada de cuatro días aumenta la productividad, o que la libertad horaria es un factor clave en la retención de talento.

♦ Formación, mejor ‘online’. Es otro de los motivos a los que deberán prestar atención los empleadores. Si el mundo cambia tan rápido, también deben hacerlo las competencias de los profesionales y de las empresas, y es necesario que el trabajador se mantenga al día, y que lo haga por cuenta de la empresa y adaptada a las circunstancias. Si la compañía ha de reinventarse, deberá dar la oportunidad a los trabajadores de que lo hagan con ella, favoreciendo por un lado su estabilidad económica y, por otro, su valiosa fidelidad. Y, por todo lo que venimos comentando, tendrá que hacerlo online, la nueva realidad así lo demanda.

♦ Beneficios, con nuevo plan. En general, esto dará lugar a una nueva etapa en los planes de beneficios para empleados. Todo lo que entra dentro del epígrafe “beneficios” supondrá la ventaja competitiva que hará a unas empresas destacar sobre las otras, y a unos empleados estar más satisfechos que otros y con un mayor compromiso incluso en momentos difíciles como éstos. Los beneficios son aquí un interesante gancho porque se pueden traducir en dinero contante y sonante para el usuario, pues se tramitan por parte de la empresa y desgravan como parte del salario. Desde siempre, los planes de beneficios se han utilizado como un complemento que las empresas ofrecían voluntariamente a sus trabajadores, como un plus, y no como algo que se daba por supuesto, como sí empieza a suceder ahora. Ahora, en este nuevo panorama, ya no estaremos hablando de cheques comida, sino de comida a domicilio; ya no serán descuentos en una academia de inglés, sino formación online.

Cobee ha analizado todas estas nuevas demandas y preferencias de los empleados para reunirlas en una misma plataforma. A ella pueden acceder tanto el trabajador como la empresa, para realizar sus gestiones de manera eficiente, sencilla y, ¡claro!, online.

Y volvemos para cerrar el círculo de esta nueva era de las empresas con la digitalización, el paraguas que hace posible cumplir todas estas premisas anteriormente mencionadas y hacerlo bien. Porque sin la virtualización de los procesos, las ventajas de almacenamiento de la nube y la flexibilidad que aportan las diferentes aplicaciones y plataformas puede llegar a ser muy complicado implementar el resto.

Vivimos en un momento crítico de desescalada y de reactivación económica donde cada hilo de compromiso teje la red que nos protege: de los empleados con la empresa y entre sí, de las empresas con la Administración, de la sociedad con la Sanidad. Todos formamos parte de esta gran estructura, y entre todos saldremos adelante. Es el momento de que rememos juntos y de que los empleados se sientan orgullosos de la empresa a la que pertenecen. Los planes de beneficios son una de las herramientas para lograrlo.

Borja Aranguren es cofundador y CEO de Cobee, plataforma online que acaba de lanzar Cobee Lite, un producto gratuito para que las empresas puedan ofrecer beneficios digitales a sus empleados.

 

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