China renuncia a fijar una meta de crecimiento del PIB en 2020 por la incertidumbre del coronavirus

22/05/2020

diarioabierto.es. China no fijará ningún objetivo de crecimiento de la economía para el año 2020, algo que no sucede desde 1990, como consecuencia de la "gran incertidumbre económica" relacionada con la pandemia de Covid-19 y su impacto en el gigante asiático y en el entorno comercial a nivel internacional, según ha indicado el primer ministro chino, Li Keqiang, en su discurso de apertura de la Asamblea Nacional Popular (ANP), la sesión anual del Parlamento chino.

«Me gustaría señalar que este año no hemos establecido un objetivo específico para el crecimiento económico «, dijo el primer ministro chino, subrayando que esta decisión de las autoridades de Pekín responde a la dificultad de predecir los factores a los que se enfrentará China en su desarrollo «debido a la gran incertidumbre con respecto a la pandemia de Covid-19 y el entorno económico y comercial mundial».

El objetivo de crecimiento anual por parte de las autoridades chinas forma parte de la documentación de trabajo habitualmente incluida en el informe que se presenta cada año en la sesión parlamentaria, que en esta ocasión se celebra con casi tres meses de retraso desde la fecha original del pasado 5 de marzo como consecuencia de la pandemia.

En el primer trimestre de 2020, en el que el gigante asiático sufrió el mayor impacto de la pandemia y de las medidas de confinamiento, el PIB de China registró una caída del 6,8% en términos anualizados, la mayor caída de toda la serie histórica, que se remonta a 1992.

«No fijar una meta específica para el crecimiento económico nos permitirá concentrarnos en garantizar la estabilidad en los seis frentes y la seguridad en las seis áreas», añadió Li en referencia en primer lugar al empleo, la inversión extranjera, el comercio exterior, el sector financiero y las expectativas económicas, así como a las áreas de empleo, mercado, alimentación, energía, función pública y necesidades básicas.

«Al hacerlo, podremos mantener estables los fundamentos de la economía «, defendió el primer ministro chino, para quien el mantenimiento de la seguridad brindará la estabilidad necesaria para perseguir el progreso, sentando así una base sólida para lograr el objetivo de construir una sociedad próspera.

Durante la ceremonia de apertura, Li también indicó que China emitirá deuda púbica por importe de un billón de yuanes (128.464 millones de euros) para financiar la lucha contra la Covid-19, lo que elevará el déficit en la misma proporción, hasta situarse por encima del 3,6% del PIB, frente al 2,8% de 2019.

«A pesar de adoptar un estímulo relativamente contundente, los líderes chinos parecen no hacerse ilusiones y devolver la economía a su senda será un proceso difícil y prolongado. En lugar de establecer un objetivo de crecimiento anual del PIB inalcanzable, simplemente no publicaron uno por primera vez en décadas», indicó Julian Evans-Pritchard, analista de Capital Economics.

Por otro lado, el primer ministro chino señaló la voluntad de Pekín de seguir colaborando con Estados Unidos en la implementación del acuerdo comercial de primera fase entre ambos países. «Trabajaremos con EEUU para implementar la fase uno del acuerdo comercial», afirmó, subrayando que China continuará impulsando la cooperación económica y comercial con otros países.

Reacción de los mercados

Kenneth Akintewe, Head of Asian Sovereign Debt de Aberdeen Standard Investments, señala que «dado el impacto de la crisis en las economías de todo el mundo, quizás no sea una sorpresa que China no se haya fijado como objetivo el PIB». «Los objetivos de crecimiento en un entorno sin precedentes como este no tienen mucho sentido. En algunos casos, los organismos han estado luchando incluso para recopilar datos. Y los resultados de los riesgos e impactos relacionados con Covid, incluyendo una escalada en las tensiones comerciales con los Estados Unidos, es todavía muy incierto», argumenta.

«Es más significativo el cambio en el lenguaje corporal, que se aleja del énfasis en la estabilidad financiera y la reticencia a participar en el estímulo -un sello distintivo de los últimos años- para pasar a uno en el que el aumento del déficit fiscal será superior al 14% del PIB, comparable al paquete de estímulos de 2009», destaca este experto.

«Los líderes de China tienen ciertamente herramientas a su disposición para apoyar y estimular la economía, más que otros responsables políticos en todo el mundo. Pero lo desconocido es el grado en que las medidas monetarias y fiscales moderarán el descenso de la actividad económica», concluye.

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